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SEÑALA EL GASTO DE LAS OBRAS MAL PLANIFICADAS

Greenpeace denuncia la mala gestión de las inversiones en la costa

El Estado invierte cada año más de 100 millones de euros para mejorar las playas y los paseos marítimos. Greenpeace ha denunciado hoy que el dinero se invierte mal y asegura que son obras inútiles para frenar el importante deterioro del litoral.

Regenerar las playas, construir espigones, dragados, etc. son algunas de las obras que ejecuta el Estado cada año para mejorar el estado de las costas españolas, pero sin buen resultado.

Greenpeace asegura que son parches para solucionar problemas de las playas que no duran en el tiempo. En playas como la de Los Baños del Carmen, en Málaga, se echan toneladas de nueva arena en verano para ocultar las rocas, pero cuando llega el invierno, los temporales las ponen al descubierto de nuevo.

Un gasto que se repite un año tras otro. Según la ONG, son las consecuencias la mala gestión que realiza el Estado. La ONG pone como ejemplo los 13 millones de euros invertidos para regenerar ineficazmente las playas cercanas a las de Garrucha (Almería) y Granada.

Desde la organización denuncian que casi el 60% de la superficie de humedales costeros se ha perdido, mientras que el 70% de las lagunas y sólo el 20% de los sistemas dunares está en buen estado.

Las construcciones en primera línea de playa es otro de los problemas que detecta Greenpeace. Además de considerarlo una aberración, tienen en cuenta que el cambio climático está aumentando el nivel del mar. Por cada centímetro que sube el nivel del mar, desaparece un metro de playa, por lo que los edificios están cada vez más cerca del agua. En la Comunidad Valenciana existen 116.000 viviendas de este tipo sin vender, la cuarta parte del stock de España.

Otro derroche ineficaz según la ONG, está por ejemplo en las playas del Maresme (Barcelona). En sólo cinco años la administración ha gastado 23 millones de euros para regenerar año tras año la misma playa. Los vecinos también son conscientes del problema y se indignan con el gasto que se realiza.

Greenpeace espera, como ha dicho el Gobierno, que la demolición del hotel Algarrobico, en Almería, se ejecute para el próximo año 2013. Además del coste que ha supuesto construirlo, derribarlo costará siete millones de euros.

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