La Guardia Civil ha detenido a 57 personas miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas entre el Norte de África y Europa, según ha informado el instituto armado.
La investigación se inició el pasado mes de agosto, cuando la Guardia Civil detectó una organización muy activa dedicada a la introducción de grandes cantidades de hachís, principalmente en la zona del Campo de Gibraltar y Manilva.
La organización desarticulada funcionaba como una cooperativa en la que los líderes compartían los recursos y los medios humanos. Contaba con pilotos experimentados de embarcaciones semirrígidas, conocidas como 'gomas', para transportar el hachís desde Marruecos a nuestras costas. Estos pilotos ocupaban un escalón alto en la organización y estaban muy bien considerados y retribuidos.
Durante las operaciones de desembarque contaban con un nutrido grupo de personas, los conocidos como 'puntos', que utilizaban teléfonos móviles o walkie-talkies para dar aviso en caso de que la Guardia Civil hiciera acto de presencia, con lo que se abortaría el alijo hasta el momento adecuado.
Al llegar las embarcaciones a tierra eran recibidas por grupos de personas de la máxima confianza de los líderes, los conocidas como 'collas'. Más tarde, cargaban el alijo en vehículos que previamente habían sido robados por una 'división'. Eran, preferentemente, todoterrenos de gran capacidad, a los que tintaban las lunas de negro y quitaban los asientos traseros para aumentar la capacidad de carga. Disponían de lugares seguros para guardar estos vehículos y así usarlos en diferentes ocasiones.
Droga oculta en obras de Manilva o fincas de Tarifa
Las ramas de la organización delictiva asentadas en San Roque y Manilva usaban obras en construcción para ocultarlos, mientras que la asentada en Tarifa usaba fincas en las que tenían depositados contenedores de transporte de 20 pies.