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DETENIDAS CUATRO PERSONAS
La Guardia Civil esclarece 13 años después el conocido como 'crimen del churrero' de Chiclana
El crimen se produjo en la madrugada del 23 de septiembre de 2004, cuando, según ha señalado la Guardia Civil, un grupo de cuatro hombres con manifiesta intención de robar, asaltaron una vivienda en Chiclana en la que se encontraban durmiendo Antonio Romero Núñez, conocido como 'El Churrero', de 78 años de edad, y su esposa Manuela Núñez Núñez de 79 años.
Efectivos de la Guardia Civil han detenido a cuatro personas como supuestos autores del conocido como 'crimen del churrero', ocurrido en Chiclana de la Frontera (Cádiz) en septiembre de 2004, donde un matrimonio, de 79 y 78 años de edad, fue atacado en su domicilio mientras dormía y, como consecuencia de la "violencia extrema" de los asaltantes, fallecieron. Los detenidos supuestamente pertenecen a una organización criminal itinerante de origen Balcánico que durante más de 15 años ha operado en varios países europeos.
Según ha explicado la Guardia Civil, para llevar a buen puerto la operación, denominada 'Algoritmo', los investigadores se han desplazado a Francia y Austria para detener a dos de los presuntos asesinos mediante comisiones rogatorias internacionales coordinadas por la Fiscalía de Cooperación Internacional General del Estado.
El crimen se produjo en la madrugada del 23 de septiembre de 2004, cuando, según ha señalado la Guardia Civil, un grupo de cuatro hombres con manifiesta intención de robar, asaltaron una vivienda en Chiclana en la que se encontraban durmiendo Antonio Romero Núñez, conocido como 'El Churrero', de 78 años de edad, y su esposa Manuela Núñez Núñez de 79 años.
El objetivo de los asaltantes era abrir la caja fuerte del inmueble, creyendo que allí había una gran cantidad de dinero. La violencia que emplearon fue tan extrema, que los golpes causaron la muerte inmediata de Antonio y provocaron lesiones graves a Manuela, la cual murió meses después a consecuencia de la agresión, según ha recordado la Guardia Civil, que ha añadido que los delincuentes habían registrado completamente la vivienda y se habían llevado unos 10.000 euros.
Tras el levantamiento del cadáver, se realizó una inspección ocular pormenorizada en la que se recogieron numerosos vestigios que "han resultado de sumo interés para la investigación", destacando un pequeño reguero de sangre que uno de los asaltantes dejó en el muro por el que accedieron a la vivienda.
Según ha explicado la Guardia Civil, tras diez años de investigaciones y de seguir hasta 30 líneas de investigación, los guardias civiles habían tomado muestras de ADN, pedido colaboración ciudadana, investigado a delincuentes y toxicómanos de la zona, a familiares, analizado cuentas bancarias, tráficos de llamadas, cartas anónimas, listas de urgencias de centros médicos, analizado en profundidad la vida del matrimonio, familiares, amistades, personalidad o forma de relacionarse, sin que se obtuvieran resultados positivos, únicamente llegando a descartar hipótesis sin que ninguna condujera la investigación al esclarecimiento del crimen.
En 2014 cuando la 'operación Algoritmo' se reabrió de manera definitiva hasta su resolución, volviéndose a analizar exhaustivamente cada uno de los atestados instruidos, líneas de investigación, informes operativos, fichas de objetivos y cualquier documento, anotación y organigrama elaborados por los anteriores investigadores. Según ha explicado la Guardia Civil, las investigaciones llevadas a cabo en esta última etapa, se basaron en la teoría de que los asesinos tenían que ser delincuentes especializados en el robo en viviendas y que éstos habían dejado restos biológicos en el inmueble asaltado.
Según esta tesis, los agentes trabajaron en la identificación de este tipo de delincuentes y en la obtención de sus perfiles genéticos para cotejarlos con las muestras dubitadas halladas en la vivienda. En este sentido, la Guardia Civil ha destacado que esta línea de investigación resultó "muy complicada debido al tiempo transcurrido", ya que al ser el año 2014, había que identificar ladrones de viviendas que actuaron una década antes, además de que en 2004 no estaba instaurada del todo este tipo de reseña.
Operaron en Sevilla y Cádiz
Todas las investigaciones llevaron a los guardias civiles a identificar a una organización de origen balcánico dedicada al robo de viviendas y que pudo operar en aquella época en las provincias de Sevilla y Cádiz. La organización estaba formada por unas 30 personas de la antigua ex Yugoslavia, con antecedentes violentos y con delitos cometidos en distintos países de Europa y en varias provincias españolas.
Finalmente, la Guardia Civil llegó a obtener un resultado positivo en ADN que situaba a uno de los investigados en la casa de los fallecido la noche de autos, por lo que a partir de aquí los trabajos se fueron acelerando.
Así, tras la localización, detención e ingreso en prisión a principios de 2016 en Sevilla de A.S., de 41 años de edad y natural de Skopje (Macedonia), las investigaciones se fueron acelerando, hasta dar con la pista de E.B., de 58 años de edad y natural de Orasje (Bosnia Herzegobina), cuya detención se practicó en Sevilla en mayo de 2.016.
Después de estas detenciones, se identificó a S.S. de 30 años de edad y natural de Macedonia, menor de edad en el momento de los hechos y que en la actualidad se encuentra cumpliendo condena en Nantes, Francia por hechos de similar naturaleza. El grupo lo completaba Z.B. de 38 años de edad y natural de Kosovo, el cual se encontraba cumpliendo condena en Austria en el momento de solicitar su extradición a España, si bien, antes de formalizarse, protagonizó una fuga de la prisión donde estaba recluido que le llevó a esconderse en numerosos países europeos.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en la provincia, Agustín Muñoz, ha felicitado a la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz y su Unidad de Policía Judicial por el esclarecimiento de estos hechos ocurridos hace 13 años.
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