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LOS ANIMALES SE ENCONTRABAN RODEADOS DE BASURA
La Guardia Civil investiga el estado de abandono y desnutrición de siete caballos en Mutxamel (Alicante)
El servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) investiga a un hombre de Mutxamel (Alicante) por el estado de abandono de sus caballos. Los Agentes fueron alertados de la situación de los animales por un vecino, durante la investigación constataron que los siete caballos tenían síntomas de desnutrición y se encontraban desatendidos.
Agentes de la Guardia Civil están investigando el estado de abandono de siete caballos en Mutxamel (Alicante). Los animales convivían entre estiércol, basura amontonada y con objetos cortantes con los que se podían dañar. Además, estaban bastante desnutridos, con los comederos vacíos y sin apenas agua, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Ante esta situación, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha abierto una investigación contra el propietario de los animales. Se trata de un hombre, español de 24 años, como presunto autor de un delito relativo a la protección de la fauna, flora y animales domésticos.
La operación arrancó cuando el equipo del Seprona de la Guardia Civil de Xixona (Alicante) acudió a una finca equina ubicada en Mutxamel, tras recibir el aviso de un ciudadano que alertó sobre el mal estado de los caballos. Durante la inspección, los agentes constataron que los siete caballos tenían síntomas de desnutrición y se encontraban desatendidos. No tenían comida en los comederos, el pienso almacenado estaba esparcido por el suelo, uno de los bebederos no tenía agua porque estaba roto y los animales presentaban extrema delgadez y falta de higiene.
En la finca, prácticamente inundada de barro hasta en las entradas de los boxes, el estiércol se extendía por todo el picadero y había basura amontonada. Además de insalubre, era un lugar inseguro para los equinos, porque en el suelo había objetos cortantes y punzantes, como una horca y unas tijeras, que podían causar lesiones a los animales, señalan desde la Benemérita.
Los caballos también carecían de cartilla sanitaria, documentación de identificación equina y no estaban censados en el Ayuntamiento, mientras que la finca tampoco estaba registrada como explotación animal. Por todo ello, el Seprona ha procedido a investigar al propietario de la finca como presunto autor de un delito relativo a la protección de la fauna, flora y animales domésticos, por omisión de los cuidados necesarios para la tenencia de animales domésticos. Las penas por este delito pueden alcanzar un año de prisión. También se le confeccionaron más de una treintena de actas administrativas por carecer de los documentos necesarios.
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