Los hechos tuvieron lugar en la frontera de Melilla, el viernes 21. Los guardias civiles de servicio detuvieron un vehículo que, a simple vista, iba ocupado por dos personas. Al iniciar el reconocimiento, uno de los agentes observó algo raro en el asiento del copiloto. Tras pedir al ocupante que bajara, procedió a realizar un examen más exhaustivo, comprobando con sorpresa y al simple tacto que el asiento, en apariencia externa normal, tan solo disponía de la funda, ya que bajo su armazón, tanto del propio asiento como su respaldo, se palpaba lo que podría ser una persona allí oculta.
De esta forma y por este procedimiento tan novedoso, las mafias que trafican con seres humanos pensaban introducir a esta persona en la ciudad, constituyendo su cuerpo el propio asiento. La persona, disfrazada de asiento, fue detenida. Se trata de una persona de origen subsahariano de unos 20 años de edad, que dice proceder de Guinea Conakry, y que ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de la aplicación de la vigente Ley de Extranjería.
Los otros dos ocupantes del vehículo, el conductor y el copiloto, son de nacionalidad marroquí, y han sido puestos a disposición judicial como supuestos autores de un delito de tráfico de inmigrantes. El juez ha decretado su ingreso en prisión.
En lo que va de año, la Guardia Civil de Melilla ha localizado catorce vehículos con dobles fondos y personas en su interior y han sido veintidós las personas detenidas y puestas a disposición judicial.
