Un guardia civil que viajaba con su familia evitó un posible atraco en una gasolinera en Massanassa (Valencia) el pasado 3 de febrero, tras sospechar de un vehículo que circulaba por la V-31 al que siguió hasta la estación de servicio. Una vez allí, le encontró un cuchillo de 30 centímetros y resultó, además, que tenía sobre él una orden de detención por una agresión sexual en Granada.
Según ha informado la Comandancia en un comunicado, cuando el agente circulaba por la V-31 vio cómo un coche se aproximaba a muy alta velocidad por el carril izquierdo, percatándose además de que la placa de matrícula delantera estaba borrosa y no podía leerse. La trasera era también ilegible.
Así, comunicó este hecho al cuerpo para que se personara una patrulla en apoyo cuando el coche realizó una brusca maniobra cruzando dos carriles para desviarse a una estación de servicio en la salida hacia Massanassa. El agente siguió al vehículo entrando también en la gasolinera aparcando y observando los movimientos que realizaba el conductor y único ocupante.
Desde la distancia observó que entraba en la gasolinera con una gorra, con el cuello tapado y la cabeza gacha, volviendo a salir de forma inmediata hacia el vehículo, momento en el que cogió un objeto de color negro para acceder de nuevo. Entonces el agente se bajó del coche y entró en la gasolinera al pensar que podría cometer un atraco.
Una vez en el interior se identificó como guardia civil de forma verbal y realizó un cacheo superficial al sospechoso en el que encontró un cuchillo de grandes dimensiones, diversos billetes y monedas de diverso valor y una pipa para fumar cocaína o heroína.
Tras la llegada de la patrulla, los agentes comprobaron que este hombre, de 35 años y nacionalidad española, tenía una orden de detención por agresión sexual en Granada, por lo que fue detenido.
