Simplemente han confirmado que en cuatro puntos del dormitorio del asesino confeso había restos biológicos de la víctima pero sin confirmar que se tratase de sangre. La única "certeza absoluta" es la sangre de Marta aparecida en la cazadora del presunto asesino, Miguel Carcaño, por haber escondido allí el cenicero con el que la golpeó.
Cuatro peritos han comparecido hoy en la novena sesión del juicio contra el menor apodado "El Cuco", acusado de la violación y asesinato de Marta y han confirmado que había restos biológicos de ambos jóvenes mezclados bajo un pupitre.
Abogados presentes en la vista, que se celebra a puerta cerrada, han destacado a los periodistas lo "inverosímil" del lugar y el hecho de que es ahí donde el asesino confeso sitúa a "El Cuco" en el momento de estrangular a la víctima.
Lo más importante para los padres de Marta es que se ha demostrado feacientemente que en el piso de Leon XIII había sangre de Marta, de Miguel y de "El Cuco". Lo que no se ha podido demostrar es si esas muestras eran de sangre o de otros fluidos, lo han explicado los peritos con claridad, eran manchas críticas porqué habían sido lavadas.
Antonio del Castillo destaca que Miguel Carcaño trabajaba en una empresa de limpieza por lo que tenía acceso a productor más abrasivos de los que habitualmente hay en nuestras casas. "Se ha demostrado que había ADN mezclado, lo que no se puede confirmar es que sea sangre u otro tipo de restos" ha afirmado seriamente .
La familia dice se va confirmando la peor de las versiones que es la que incluye la agresión sexual corroborada por esa muestra de ADN mezclado de "El Cuco" y Marta encontrada debajo del escritorio, donde Miguel situa la muerte de la menor después de las agresiones. "Estaba mezclado el ADN de mi hija, Miguel Carcaño y el Cuco" explica el padre de Marta.
