Niños

¿Hay relación entre el uso de tabletas y las rabietas de los niños? Un estudio tiene la respuesta

La revista Jama Pediatrics ha publicado un estudio en el que el uso de tabletas podría asociarse con más rabietas y frustración en los niños.

Niño jugando con una tableta

Niño jugando con una tabletaNiño jugando con una tableta

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El uso de tabletas en los niños continúa aumentando. Cada vez son más los pequeños que utilizan estos dispositivos como método de distracción. El tiempo que los niños invierten en el uso de un dispositivo móvil ha aumentado de 5 minutos al día en 2020 a 55 en 2022.

De todos estos dispositivos, la tableta resulta uno de los favoritos para los pequeños. Según el estudio que publica la revista Jama Pediatrics, que los niños utilicen este tipo de aparatos a una edad muy temprana puede hacer que pierdan oportunidades de interactuar.

Tal y como refleja el estudio, los niños más desafiantes y menos regulados tienden a estar más expuestos a la pantalla por parte de sus padres, los cuales ven estos dispositivos como herramientas calmantes para controlar los arrebatos emocionales de los pequeños.

El tiempo de los niños frente a la pantalla contribuye al enfado

En otro estudio previo, aunque sin evidencia de correlaciones bidireccionales, se recoge que el tiempo que los niños de 3,5 años pasan frente a la pantalla contribuye a su predisposición a expresar enojo y frustración un año después, a los 4,5. En este estudio, realizado a través de un cuestionario a 315 progenitores, entre 2020 y 2022, también se sugiere que la tendencia a tener rabietas con cuatro años y medio se asocia a un mayor uso de tabletas un año después, a los cinco y medio.

Sin embargo, tal y como aseguran los autores, la opción de ofrecer un dispositivo a los niños para calmarles está cada vez más extendida, por lo que resulta difícil averiguar si el mayor uso de estos aparatos dificulta el aprendizaje emocional o si el carácter del pequeño hace que los padres le den un móvil con más frecuencia.

En el estudio, concluyen que la capacidad de los niños para controlar la ira y la frustración desempeña un papel fundamental en la capacidad de retrasar la gratificación y afrontar con éxito las exigencias de la escolarización temprana y la salud a futuro. Aseguran que los padres deben ser conscientes de que el uso prematuro de este tipo de dispositivos puede alterar su capacidad de controlar la ira y la frustración, y aumentar también, los arrebatos.

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