La hija de una criada, no reconocida por su padre ganadero, reclama su herencia

La hija de un ganadero de Sevilla y de una criada, reclamará judicialmente 12 millones de euros a su hermano y único heredero de la fortuna de su padre, cifrada en unos 20 millones de euros.

El abogado de la mujer ha explicado que tras la sentencia firme de filiación, entablaron negociaciones con el heredero, único hijo reconocido del ganadero, aunque no llegaron a un acuerdo porque les ofrecía "poco" dinero, una cantidad que no ha querido revelar.

Ante esta postura, han anunciado que este miércoles presentarán en los juzgados de Sevilla una demanda para que el heredero conceda a la mujer 12 millones de euros, una cantidad que han fijado tras "numerosos y complicados" cálculos porque la herencia incluye 2.000 hectáreas, bienes inmuebles y una ganadería famosa por sus toros de rejoneo.

El Tribunal Supremo reconoció que la criada y el ganadero, que murió en 1970 en un accidente cuando tenía 47 años, tuvieron en la década de los años 40 una hija fuera del matrimonio.

La mujer tiene ahora 67 años, vive en El Coronil (Sevilla) y tuvo tres hijos, una de ella militante del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

Antes de que se reconociera su filiación, en 2013, dijo que la relación entre su madre y el ganadero fue verdadera y no fugaz: "Ha sido un amor de ensueño, de película, una novela que esperemos que tenga un final bastante feliz".

La relación amorosa entre ambos fue "muy bonita, no ha sido que el señorito y la criada estuvieron un día, porque sus relaciones fueron de cinco o seis años", añadió.

Dijo que emprendió la "lucha" judicial en 2008, cuando murió su madre, quien no quiso iniciar el reconocimiento de la paternidad de su hija para que no le achacaran que lo hacía "por dinero".

La nieta del ganadero, que trabaja en el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), dijo tras conocerse la sentencia de filiación que si lograran parte de las tierras, las destinaría a proyectos sociales que defiende su organización.

Para ello, no cree que tuviera problemas con sus dos hermanos, con los que tendría que repartir la herencia, ya que han vivido la "cultura de la lucha" del SAT en la comarca en la que se han centrado sus reivindicaciones, en pueblos cercanos a Marinaleda (Sevilla).

Los otros dos nietos del ganadero anunciaron que también se cambiarían los apellidos, lo que no hará la trabajadora del SAT como un acto de "rebeldía".

Los abogados han destacado que el proceso judicial para que se reconociera al verdadero padre "ha sido muy duro" porque han sufrido "obstaculizaciones constantes", llegando incluso a incinerar cadáveres que llevaban enterrados más de 30 años para evitar la exhumación y las pruebas de ADN.

La justicia ha interpretado estas actuaciones de los descendientes del ganadero como valor probatorio de su mala fe, han apuntado los abogados.

La nieta del ganadero ha asegurado que casos como el de su abuela fueron muy frecuentes en la década de los 50 del siglo pasado, aunque habitualmente se han quedado en la sombra y no se han planteado ante la justicia porque los afectados tenían "miedo" a tomar esa iniciativa.