'Casa Lucio'

La historia de Lucio, el fundador del restaurante con los huevos rotos más famosos de España

Madrid ha rendido homenaje a uno de sus más veteranos restauradores. Lucio Blázquez, propietario de Casa Lucio, cumple 90 años y los madrileños han querido reconocerle su labor al frente del mítico restaurante y de sus conocidísimos huevos estrellados.

Homenaje a Lucio por sus casi 80 años al frente de su restaurante

Homenaje a Lucio por sus casi 80 años al frente de su restauranteEFE

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha descubierto esta mañana una placa conmemorativa colocada en la fachada del restaurante Casa Lucio como tributo al “establecimiento icónico de Lucio Blázquez, anfitrión de los madrileños y referente de nuestra gastronomía”

Lucio Bláquez nació en Ávila el 12 de febrero de 1.933, aunque era madrileño de adopción. Con apenas 12 años su padre lo trajo a Madrid y empezó a trabajar de botones en el Mesón del Segoviano. La dueña del mesón, Doña Petra, pasados los años, le vendería el local a Lucio.

Ya siendo niño mostraba entusiasmo por su trabajo y se ganaba a la clientela recibiendo propinas en aquellos años de escasez. Muchos de aquellos clientes, que por entonces eran estudiantes, son ahora personajes importantes de la vida social del país y asiduos clientes de su casa, a la par que amigos en la mayoría de los casos.

Un local con mucha historia

El edificio donde se ubica Casa Lucio se encuentra en pleno corazón de Madrid. La calle donde se ubica, la Cava Baja, es una de las más antiguas de Madrid. En el siglo XVII era el punto de llegada de carreteros, y desde ahí salían para repartir el correo a todos los puntos de España.

El local tiene también una historia documentada. Desde 1720 se tiene constancia que sus muros albergaban la mítica Posada de San Pedro, conocida popularmente como Mesón del Segoviano. Desde entonces hasta el siglo XX, el mesón se convirtió en punto de encuentro de escritores y personajes de la vida pública madrileña. Con más de dos siglos de historia, durante décadas el restaurante exhibió en su zaguán un carro de mulas y un flamante automóvil fabricado en Detroit.

Doña Petra legó a Lucio el restaurante ya en el último tercio del siglo XX, y él se encargó de convertirlo en lo que es hoy. Después de más de 6 meses de obras para mejorar la estructura del edificio, El restaurante reabrió sus puertas ya con el nuevo nombre de Casa Lucio, y desde entonces por sus mesas se han sentado desde estrellas de Hollywood a mandatarios políticos.

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