Obesidad mórbida
La historia de Pilar, pesa 220 kilos y lleva 14 años atrapada en una cama: "Quiero tener una vida normal"
No sabe lo que pesa, pero intuye que supera los 220 kilos. No se puede pesar, no se puede mover, no puedo salir de casa. Pide ayuda, que le quiten las hernias que tiene y que le reduzcan el estómago. Pilar, de 54 años, vive un auténtico drama encerrada en su casa. Sus hijos son su única ayuda

Publicidad
Vive en una sexta planta en Talavera de la Reina, Toledo. Viuda, con dos hijos y sin trabajo la pobreza la rodea además de una enfermedad que la impide moverse. Es su hija quien le lava y le peina. También su sobrino la visita: "No la dejaremos sola. Necesita ayuda". Ella cuenta que solo estuvo una vez en urgencias y que le dieron de alta a las tres hora: "Solo quiero que me quiten las hernias para que pueda vivir con normalidad", dice esta mujer que da las palmas cuando su hija le canta una copla para alegrarla. "Dios me consuela", añade mientras coge una biblia y la posa en una cama de la que apenas puede salir.
"Todo empezó", nos cuenta, "cuando mi hija tenía 14 o 15 años. ME salió la hernia. Pesaba con 33 años 133 kilos. El médico me dijo que me redujera estómago. Me derivaron al Ramon y Cajal y luego el médico me mandó a casa. Empecé a engordar y engordar, yo nunca había pasado de 60 kilos. Me puse con 183 kilos", recuerda. No sólo engordó sino que comenzó un periplo de médico en médico: "Me dijeron que si entraba en quirófano me quedaba ahí, que para operarme tenía que bajar 30 o 40 kilos. Y no pude, se lamenta. Ahora espera una solución por parte de la administración con su enfermedad: obesidad mórbida.
Miedo a lo que pueda pasar
"Me da miedo quedarme sola en casa. Si hay un incendio, no puedo moverme. Cuando hay algo urgente, que yo no puedo salir de casa, me tienen que arrastrar. No puedo salir, no puedo salir a la revisión médica porque no cojo por ahí", dice señalando la puerta del salón. "Solo puedo mover los bracitos. Si hubiera una urgencia de que se quemara el piso me montarían en la silla. Y luego como salgo si son 6 pisos . Además se añade la situación económica que es precaria: "Tengo 54 añitos no quiero dejar a mis hijos solos, no quiero morirme así. Quiero una oportunidad de vivir"
Pilar dice ser muy creyente, algo que le calma cuando, dice, escucha "las cositas del señor". Anhela las cosas sencillas como ir a la compra, llevaba de pequeños a los niños al pediatra, la tienda". Pese a su optimismo señala que "lloro, lloro mucho. Con estas hernias no puedo ni moverme. Así es mi vida pero yo no quiero morirme, quiero vivir, quiero vivir para estar con mis hijos".
Se tapa con pudor las extremidades "Yo no puedo ni irme de vacaciones con mis hijos. Me gustaría ir con ellos a la playa y no puedo. Me considero un poquito joven, no tengo el corazón ni los pulmones afectados, veo mi fuerzas que puedo seguir. Quiero vivir una vida normal, levantarme, salir, ir a comprar, como una vida humana, no aquí castigada en la cama.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad