Aficiones
La historia de Víctor Carrasco, el cura extremeño aficionado a la tauromaquia que ha participado en varias capeas
El cura de Badajoz que es conocido por su gran afición a la tauromaquia ha participado en numerosas capeas celebradas en diferentes puntos de España.
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Víctor Carrasco es un joven cura extremeño natural de Herrera del Duque (Badajoz) que destaca no solo por ser el párroco de Garlitos, El Risco y Capilla, sino también por haber participado en varias capeas. Su afición por la tauromaquia le viene desde pequeño, contagiado por su familia, ya que son unos amantes de los toros.
Sus primeros pinitos los dio en las fiestas populares del pueblo, hasta llegar al grupo de Aficionados Prácticos de Extremadura, cuyo responsable es el encargado de poner las banderillas, Fernando González Palacino. De la misma manera, su deseo por ser párroco le surgió a corta edad, lo que hizo que fuera inevitable decantarse por esta ultima vocación que le permite estar entregado a Dios y torear.
Aprovecha su tiempo libre para torear
Siempre que encuentra un hueco libre en sus labores de sacerdote aprovecha para poner en práctica su destreza con la mano derecha y el capote, cualquier ocasión es buena para saltarse al ruedo, ponerse frente a un novillo y mostrar sus habilidades, provocando un gran asombro entre los asistentes al verlo con la sotana puesta y mostrando un gran coraje, lo que hace que finalmente acabe entre una ovación del público.
El padre Víctor confiesa que antes de torear se encomienda al Señor, que es a quien le ha entregado su vida, y a todos los santos posibles. También relata un episodio no tan agradable, una ocasión donde tuvo un pequeño percance en el que un novillo le llevó por delante, pero que afortunadamente quedó en un pequeño susto, según él dice gracias a que llevaba una estampa de la Virgen en el bolsillo.
Ya es conocido en el mundo del toro
Este párroco pertenece a la diócesis de Toledo, como también les sucede a los pueblos donde está destinado, algo que le es favorable para poder seguir con su doble pasión, puesto que es una zona con una gran afición por los toros. Entre los seguidores taurinos se ha despertado un gran cariño y respeto, provocando que se haga conocido en el gremio y que esperen con ganas a ver sus destrezas.
Y él por supuesto asegura que mientras que sus tareas como sacerdote se lo permitan seguirá pisando las diferentes plazas de toros.
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