Un día en un juzgado dedicado a la violencia de género

Un hombre se enfrenta a un juicio rápido. Su mujer, que ha declarado por separado justo antes que él, lo ha denunciado por una agresión de hace dos días. 

El Fiscal ve un riesgo real para ella y la jueza establece una orden de alejamiento de 500 metros. En otros casos, el futuro del presunto agresor depende de un nueva vista. 

En otro caso, la policía detiene a un hombre que en plena calle golpea a una mujer. Sin embargo, ella -lejos de denunciarle- le defiende. En muy pocas ocasiones mujeres como ella declaran en los juzgados de violencia de género. 

Una joven de 28 años le ha dicho a la magistrado que no sufre maltrato,  que se cayó en la bañera y se cortó con frascos de colonia.

El Fiscal podría pedir una orden de alejamiento y la jueza admitirla, pero de nada serviría. No se puede proteger a quien no quiere ser protegido. 

Para muchas mujeres, contar esto ante los jueces es el primer paso para salir del maltrato.

En España, hay 106 juzgados de violencia de género como éste donde se diferencia las situaciones de riesgo real de las que no lo son.