El Hospital Gregorio Marañón ha salvado la vida de un paciente con la aorta rota gracias a la impresión 3D con la que se reconstruyó esta arteria, ha informado el centro en un comunicado.
Así, ha explicado que normalmente estas prótesis se encargan a la industria farmacéutica y suelen tardar alrededor de un mes en llegar al hospital. En cambio esta impresión, que es la primera vez que se aplica en un procedimiento así en España, es un caso excepcional porque un paciente con esta lesión "suele morir antes de llegar a un centro sanitario".
José Julio, un hombre de 56 años, ingresó en urgencias con rotura en la aorta en una zona muy delicada. Su vida corría peligro, por lo que tenían que actuar con rapidez y salvarle pasaba por una opción: imprimir en 3D una prótesis de la zona de la aorta dañada. Tras realizarle un escáner, en sólo 10 horas, elaboraron un molde personalizado de la parte dañada con las medidas del paciente.
Estas lesiones se suelen tratar con prótesis que se insertan por vía femoral, sin embargo, este caso era complejo porque la rotura estaba en una zona muy delicada tanto por el acceso como porque es un área donde se originan los vasos sanguíneos que dan flujo a los riñones y al intestino delgado y no se puede tratar con prótesis convencionales, sino que necesita una prótesis personalizada para evitar la muerte del paciente por la obstrucción de alguna de estas arterias vitales.
A partir de un TAC se realizó un modelo que sirvió, por una parte, de guía para personalizar una prótesis convencional a la medida del paciente y reparar la zona de rotura, y por otra, ajustar al milímetro las salidas hacia otras arterias y mantener el flujo sanguíneo a vasos imprescindibles para la vida como los que riegan riñones o intestinos.
Todo el proceso de reconversión de la imagen médica en un modelo 3D, su esterilización y su traslado al quirófano se realizó en menos de diez horas. Las alternativas para estos pacientes con rotura de aorta es una operación quirúrgica abierta es de muy alto riesgo para la vida del enfermo, la lesión puede sangrar o desestabilizarse antes de que los cirujanos sean capaces de clampar el paso de sangre y las complicaciones del postoperatorio son mucho mayores que las que ha tenido el paciente, que ha se ha marchado de alta hospitalaria a las 48 horas.