La policía de Barcelona ha desmantelado una de las principales redes de falsificación y distribución de material destinado al top manta. Diez meses de investigación que se han cerrado con la detención de 15 personas y el requisamiento de 132.000 productos falsificados que hubiesen alcanzado un valor de cinco millones de euros.
La
red de top manta desarticulada el 24 de noviembre en una operación conjunta de
la Guardia Urbana, Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y varias
policías locales actuaba como una empresa dedicada a producir copias exactas de
productos textiles de lujo y a distribuirlas entre los manteros de Barcelona y
alrededores, y es la principal red de suministro desmantelada en la capital
catalana.
En
rueda de prensa, el comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens, ha
explicado que se trata de una operación destinada a eliminar una red de
producción organizada de falsificación de material, que ha sido
"desmantelada de principio a fin", y el intendente Juan Rodríguez ha
explicado que es la operación más importante realizada nunca por la policía
barcelonesa al haber llegado hasta los productores de las falsificaciones.
La
operación se ha saldado con un total de 15 detenidos y 17 investigados y con la
intervención de 130.000 productos que hubieran alcanzado un valor de mercado de
unos cinco millones de euros, y entre ellos ha sido arrestado el cabecilla de
la organización.
La
red estaba dirigida por un extransportista afincado en Òrrius (Barcelona) que
había trabajado en el recinto portuario de Barcelona y que levantó sospechas a
los investigadores de Vigilancia Aduanera, que creían que podía estar vinculado
con importaciones de productos falsificados.
Según ha explicado el responsable de Vigilancia Aduanera en Barcelona,
Francisco Javier Martín, siguiéndole la pista descubrieron que no se dedicaba a
la importación sino que lideraba una importante red de confección de productos
falsificados de alta calidad.
La
red tenía una estructura piramidal en la que en la parte alta estaban personas
de nacionalidad española que se dedicaban a producir en talleres de Mataró y
L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) falsificaciones exactas de todo tipo de
prendas textiles: pantalones, chaquetas de invierno, zapatillas y jerséis de
marcas como Tommy Hilfiger, Gstar, Levi's, Ralph Lauren, Calvin Klein y El
Ganso, entre otras. En la parte
intermedia había personas de nacionalidad marroquí que participaban en la
distribución de los productos -casi todo iba al top manta, y solo hay una
tienda investigada en el caso-, y en la parte baja de la estructura se situaban
los vendedores ambulantes, todos de nacionalidad senegalesa.
El
jefe de la organización y sus colaboradores utilizaban talleres textiles y
empresas de artes gráficas de la zona de Mataró para plagiar los productos
hasta el más mínimo detalles, incluyendo etiquetas, botones, bolsas de embalaje
con los logotipos y los cartones de embalar.
Además, contaban con maquinaria industrial, en concreto 32 máquinas de
confección y bordado valoradas en más de 200.000 euros, y 12 planchas de
imprenta para falsificar etiquetas, y de este modo tenían la capacidad de
producir las prendas "desde cero".
Esta
organización ha supuesto un "salto cualitativo", según el intendente
Rodríguez, al producir por sí misma las falsificaciones y no importarlas de terceros
países, y con ello obtenía cuantiosos beneficios, ya que con una sola máquina
se podían estampar 100 prendas en una hora.
La
investigación empezó hace diez meses siguiendo a los vendedores ambulantes y
sus puntos de abastecimiento, principalmente en Barcelona y Badalona, y
posteriormente fue subiendo hasta dar con los talleres de producción, en las
localidades y Mataró y L'Hospitalet.