Según informa la Dirección General de la Policía, la operación se inició en mayo del pasado año ante el aumento del consumo de este tipo de producto en el área metropolitana de Madrid.
Los detenidos están acusados de delitos contra la propiedad industrial y la Hacienda pública, contrabando y pertenencia a organización criminal.
Durante la investigación, los agentes comprobaron que la venta del tabaco se realizaba a través de establecimientos de alimentación especializados en productos típicos de Europa del Este.
Así, en estas tiendas se ofertaba la venta de tabaco procedente de países del Este como Polonia, Ucrania y Bielorrusia, así como de falsificaciones de reconocidas marcas.
Tras comprobar estos hechos, la Policía investigó tanto a los dependientes de estos establecimientos como a los encargados de almacenar la mercancía, quienes, con el fin de evitar su detección por parte de la Policía, utilizaban sus viviendas y otros lugares habilitados como escondite.
Los líderes de la organización, que se encargaban de la logística necesaria para recibir el tabaco de contrabando en España y de distribuirlo entre los diferentes puntos de venta, mantenían un flujo constante de tabaco desde Polonia, camuflado en transportes que ellos mismos declaraban como importaciones de ropa.
Los cigarrillos viajaban perfectamente embalados en palés cubiertos de planchas metálicas tratando de ocultar su contenido, e iban acompañados de documentación cumplimentada con datos que no se correspondían ni con los destinatarios reales y ni con los verdaderos lugares de descarga.
Una vez identificados los presuntos responsables, agentes de la Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid procedieron a la detención de 13 de los implicados, además de practicar seis inspecciones en establecimientos ligados a la distribución y nueve registros domiciliarios.
En total fueron intervenidas 61.205 cajetillas de tabaco, 74.320 euros y dos vehículos.
