Incendio
El incendio de la antigua sede del centro meteorológico del Gobierno Vasco podría haber sido intencionado
La Guardia Municipal de Donostia investiga los hechos mientras que los vecinos han denunciado en repetidas ocasiones la situación de inseguridad e insalubridad del edificio okupado.
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El incendio que se registró el pasado domingo pasadas las 22:00 horas en el edificio abandonado de la antigua sede del centro meteorológico vasco, situado en el barrio Intxaurrondo de Donostia, pudo ser provocado. La Guardia Municipal de la capital guipuzcoana ha comenzado las pesquisas para aclarar esta hipótesis tras una primera valoración de los hechos.
Varias personas que estaban en su interior tuvieron que ser desalojadas y los servicios de emergencias extinguieron el fuego una hora después. Tan solo se registraron daños materiales. Los vecinos de la zona llevan tiempo denunciando su abandono y su okupación, y demandan una solución, porque es además la segunda vez que sufre un incendio.
Okupación y abandono
El edificio, en el número 48 de la calle Caserío Parada, localizado a pocos minutos del parque de bomberos, lleva desde su abandono siendo un problema para los vecinos de la zona. Cada semana, explica Miguel, que vive en las cercanías, denuncian ante las autoridades la situación de "inseguridad e insalubridad", que se deriva por su okupación y abandono. Pese a los desalojos que se han practicado, el ciclo se repite una y otra vez según apunta este vecino, que demanda una solución definitiva y mayor seguridad en el barrio.
En la fachada de esta antigua sede pueden leerse varias pintadas que reclaman a las autoridades actuar para poner fin al problema: "¿Hasta cuándo? Reforma o demolición" o "edificio de poliuretano inflamable" son algunos de los mensajes que, negro sobre azul, resumen el sentir de los vecinos de la zona.
Explican, estos vecinos, que la zona está muy poco iluminada, sucia y que la mayoría la evitan transitar cuando hay poca visibilidad. Como tal centro meteorológico, es un edificio de propiedad estatal que exige una solución política que los vecinos reclaman y no termina de llegar. Miguel espera, como muchos en la zona, que este último suceso, un segundo incendio en el mismo edificio abandonado, agilice los plazos para que el inmueble y la zona deje de ser insegura.
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