El incendio en La Gomera está teniendo un impacto muy negativo para el turismo en la isla. La ocupación hotelera ha bajado hasta el 20% y los hosteleros terminarán con grandes pérdidas el mes de agosto.
La Confederación de Agencias de Viajes insiste en que hay que trabajar para recomponer la imagen de la isla con vistas a septiembre. El próximo mes empieza la temporada fuerte del turismo internacional.
La actividad vuelve poco a poco a la isla de La Gomera mientras los hoteles y establecimientos turísticos comienzan a hacer balance. Una recepcionista de un hotel de la isla, Simone Fluck, explica las fatales consecuencias del paso de las llamas: "Hemos tenido un gran bajón. De momento hablamos de un 30%. Esperamos que hasta las próximas semanas se normalice todo un poco".
Normalmente, en agosto los hoteles de la isla alcanzan el 80% de ocupación, pero ahora están casi vacíos. Tampoco hay clientes para los coches de alquiler, que tuvieron que localizar sus vehículos abandonados en medio de las evacuaciones. Una de las encargadas de una agencia de alquiler de coches, Miriam González, relata las enormes pérdidas que han sufrido en su flota: "Nosotros prácticamente teníamos 40 vehículos alquilados circulando. Ahora mismo de 40 nos hemos quedado en cinco vehículos nada más".
Los pocos visitantes que se quedan cambian el turismo de senderos y excursiones por las playas y buscan información para no poner en peligro sus vacaciones. La maître de un restaurante de la zona, Carmen Chinea, cuenta que los clientes siempre preguntan "qué va a pasar,qué está pasando. Nosotros en todo momento los hemos tenido informados, pero una vez que pasó el susto no tienen miedo", añade.
La buena noticia es que a día de hoy ningún tour operador ha cancelado las contrataciones previstas para los próximos meses, lo que significa que las previsiones para la temporada de otoño de momento son favorables.
La mala noticia es que el mes de agosto cierra con cifras negativas, tanto por los turistas que fueron evacuados como por los que han decidido cambiar su destino.