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Incineran por error a su madre y no pueden despedirse de ella en un tanatorio de Álava
"Nos dijeron que había habido un fallo y que en ese momento estaban incinerando a mi madre. Nos quedamos en shock", cuenta uno de los hijos de la fallecida.
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Una familia de Egino (Álava) ha denunciado que no ha podido despedirse de su madre fallecida porque fue incinerada antes de tiempo y, además, sin el consentimiento para ello. El propio tanatorio ha admitido el error, aunque eso no ha impedido que los familiares hayan manifestado su enfado y tristeza argumentando que, en ningún momento, se les había notificado que se incineraría a su madre.
La hija de la fallecida ha lamentado con tristeza lo sucedido: "Nos dijeron que había habido un fallo y que en ese momento estaban incinerando a mi madre. Nos quedamos en shock".
La víctima murió el pasado día 9 de noviembre. Después de fallecer, sus hijos contrataron los servicios del tanatorio en cuestión, ubicado en Vitoria. Estos acordaron la cremación de la mujer para el viernes a las 12.30 horas, aunque el teléfono sonó en casa de Óscar, uno de los hijos, el jueves por la noche. Ya era demasiado tarde para poder despedirse.
Óscar contó a diversos medios de comunicación que les ofrecieron un "servicio gratuito de despedida" que no aceptaron. La familia fue hasta el tanatorio y asegura que mostraron “cero empatía”.
El impacto en la familia
Óscar, el hijo de la fallecida, sufrió un ataque de ansiedad al enterarse del error por parte del tanatorio. "Lo único que les importaba era que firmásemos y aceptáramos la despedida, como el que se equivoca al venderte manzanas por peras", argumentaba constantemente.
Al pasar un día, ya era demasiado tarde y los familiares de la mujer no pudieron despedirse de ella. El hijo de la fallecida asegura que ya no está seguro, ni siquiera, de que le hayan dado las cenizas de su madre. "En el tanatorio nos comentaron que se equivocaron con la hora" y “en vez de las 12:30 del mediodía pusieron a las 00:30 de la noche”. Un error sin solución.
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La familia va a emprender acciones legales contra el tanatorio, ya que tanto Óscar como su hermano confiesan que necesitan pastillas para dormir desde lo sucedido. "No dejo de darle vueltas, intento buscar una explicación. Lo que más lamento ahora es no poder despedirme de mi madre".
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