Tribunal Supremo
Indemnizan con 128.000 euros al dueño de un bar tras perder un ojo al estallarle un tercio de cerveza
El Supremo confirma la indemnización al considerar que fue un hecho "inusual" y que deben repararse los daños a pesar de exculpar a la empresa responsable de cualquier "actuación imprudente".
Publicidad
El Tribunal Supremo ha confirmado 127.927.12 euros de indemnización al dueño de un bar que perdió un ojo por la explosión de una botella de cerveza cuando esta se encontraba aún en la caja de transporte.
El tercio explotó y uno de los cristales fue a parar a la cara del trabajador, impactando en su ojo y provocando la pérdida del mismo. Los hechos ocurrieron en 2015 en un bar de Vilafranca del Penedés (Barcelona) y la víctima reclamó a la empresa una indemnización de 152.877,12 euros en concepto de responsabilidad civil.
Sin embargo, la empresa fabricadora de las cervezas se negó, asegurando que el producto no era defectuoso y que la explosión podría haberse producido por otros motivos, que iban desde el transporte de la caja hasta la manipulación del propio dueño del bar.
No hubo negligencia del fabricante
Ahora, el Supremo ha confirmado la indemnización de casi 128.000 euros, con motivo de la reparación de las consecuencias ocasionadas, a pesar de que "prescinde de la culpa o negligencia del fabricante o importador".
La Audiencia Provincial determinó que se trataba de una explosión "inusual y anómala", apuntando que "una botella de cerveza no debería explotar por lavarla en el grifo".
Más Noticias
- Mueren dos personas tras chocar con un camión, parar en el arcén y ser atropelladas por un tráiler en Girona
- Vídeo: Dos trabajadoras se enfrentan a un hombre armado con una hoz en un supermercado de Tenerife
- Día a día tras la DANA: caminar una hora para conseguir una barra de pan y otras luchas para sobrevivir
La versión de los testigos
El tribunal señaló que, según tres testigos consultados, el dueño del bar se encontraba comiendo cuando llegó el repartidor de cerveza y dejó la caja en la barra. El hombre le atendió y después movió la caja de cerveza de la barra a la nevera, que se encontraba entre la barra y él mismo. Fue después de moverla cuando explotó el tercio.
Publicidad