Negligencia médica

Indemnizan con más de 170.000 euros a la famiia de una mujer que murió tras una "sencilla" operación de oído

La mujer murió por una "mala praxis asistencial" tras una operación de oído aparentemente "sencilla".

Médico examinando un oído

Médico examinando un oídoPexels

Publicidad

Varapalo judicial para el Servizo Galego de Saúde (Sergas), que tendrá que indemnizar con un total de 172.000 euros al marido y a las hijas de una mujer que falleció en agosto de 2020, con más de 70 años, por "mala praxis asistencial" tras una operación de oído realizada en el Hospital Alvaro Cunqueiro de Vigo y que se suponía "sencilla".

El fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), con fecha de 2 de noviembre, ha confirmado la dictada el pasado mayo por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Vigo. La paciente, portadora de audífonos, se sometió a una operación el 15 de junio de 2020 dado que en los meses anteriores se le había estrechado el conducto auditivo y eso le dificultaba emplear el dispositivo.

Murió en una meatoplasia

En este contexto, la mujer se sometió a una meatoplasia, una intervención de la que le habían comentado su "sencillez y mínimo riesgo", tal y como recoge la sentencia, pese a que su doctor de confianza se la desaconsejaba. El problema era que, hacía 58 años, cuando la mujer tenía 16 de edad, la habían operado por un coleostoma en el oído izquierdo, unos antecedentes que hacían que la meatoplasia estuviera contraindicada ya que la paciente no contaba con una barrera ósea en la meninge.

En cualquier caso, el 15 de junio se sometió a esta intervención durante la cual los facultativos realizaron una incisión que provocó la salida de líquido cefalorraquídeo. Días más tarde, se le colocó un drenaje lumbar externo y, a partir de ahí, "presentó un deterioro generalizado, evidente para sus familiares, pero no para el personal facultativo que consideraba que todo era normal".

Entre finales de julio y principios de agosto le realizaron dos craneotomías y, ante el "mal pronóstico" que presentaba, acabó falleciendo el día 12 de agosto con más de 70 años.

"A juico de este tribunal, la incisión aludida era letal de necesidad. Y mal se comprende que por una intervención sin aparente riesgo a la que se somete una persona sin otro problema que el auditivo que arrastraba desde los 16 años pierda la vida por la penosa asistencia recibida", han expresado los magistrados del TSXG.

De hecho, la sala insiste en que "los únicos responsables han sido los facultativos" porque, "teniendo la obligación" de ser conocedores de la intervención que le habían hecho durante su adolescencia, "no lo hicieron". Es más, la doctora que operó a la mujer reconoció que "de haber conocido" la ausencia de esa barrera ósea, "no hubiera procedido a la cirugía".

De esta manera, el TSXG aprecia la "mala praxis" asistencial sufrida y ha confirmado la sentencia previa que obligaba al Sergas a indemnizar con 75.000 euros al marido de la fallecida, con 53.000 euros a una hija y con 22.000 a cada una de las otras dos. La familia solicitaba casi 230.000 euros de indemnización, una cuantía que no estimó el juzgado de primera instancia.

Tras conocer esta sentencia, contra la que todavía cabe recurso ante el Tribunal Supremo, la presidenta de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, lamenta que hubiese que acudir a la vía judicial "para reconocer la mala praxis, cuando era evidente y así lo recoge la sentencia".

Publicidad

El momento de la detención

Detenidos dos atracadores de 83 y 63 años cuando asaltaban a punta de pistola una sucursal bancaria en Alonsotegi, Bizkaia

La Ertzaintza frustró el plan de los longevos ladrones que iban con la cara cubierta y armados con una pistola de fuego real y otra simulada.

Aceite adulterado

Vendían aceite de oliva extra adulterado con sustancias no aptas para el consumo humano

Desmantelado en el País Vasco un grupo dedicado a modificar aceite de oliva virgen extra y distribuirlo a conocidos centros de hostelería. Los primeros análisis han detectado aceites no aptos para el consumo humano El centro de adulteración clandestino donde realizaban las mezclas era la vivienda de uno de los detenidos, con precarias condiciones higiénicas y sin ningún tipo de control sanitario.