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TODAVÍA SUFRE SECUELAS
Un informe forense asocia las enfermedades de un empleado del depósito de cadáveres de la UCM a las "malas condiciones laborales"
El informe vincula las patologías y enfermedades sufridas por los trabajadores con "las pésimas condiciones" de su antiguo lugar de trabajo y la exposición continua al formol.
Un informe forense encargado por la juez asocia las enfermedades de un antiguo empleado del depósito de cadáveres de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con las "malas condiciones higiénico laborales" a las que estuvo expuesto durante años, con "dosis de formol muy por encima de las admitidas".
El trabajador, cuyo informe incide en los mismos aspectos que los practicados a otros cinco empleados del depósito y que vincula las patologías y enfermedades sufridas por todos ellos con "las pésimas condiciones" de su antiguo lugar de trabajo.
Fue la titular del Juzgado de Instrucción 37 de Madrid quien solicitó el informe a la Clínica Médico Forense para que determinara si las enfermedades que este empleado dijo padecer a lo largo de su estancia en el depósito están vinculadas con las condiciones de trabajo en este lugar y la exposición al formol.
El informe forense destaca que "el paciente ha estado expuesto durante muchos años a dosis de formol muy por encima de las admitidas y a unas pésimas condiciones laborales desde el punto de vista higiénico sanitario".
Y añade que "la patología muy probablemente esté en relación con las condiciones higiénico laborales a las que ha estado expuesto el paciente", que trabajó durante 15 años en el depósito. Entre las enfermedades contraídas, el forense relata una patología dermatológica irritativa de vías respiratorias altas con afectación permanente de la sensibilidad olfatoria, lumbalgias, hígado graso y crisis de pánico, ansiedad y depresión desde 2001. Una de ellas se produjo en 1991 cuando el trabajador se quedó encerrado en un ascensor con una bandeja de corazones conservados en formol desde las 20.00 a las 07.30 horas cuando fue rescatado.
El trabajador -representado por el letrado Jose Luis Vegas- sufre actualmente secuelas como irritación de la piel en cara y brazos, afonía, un deterioro funcional respiratorio y "períodos de insomnio con pesadillas que le despiertan a las dos y tres de la mañana, que ocasionalmente precisan de medicación y que le han ocasionado un "estrés postraumático".Además, añade que tiene "dificultades para mantener relaciones sexuales" por sequedad que pudiera estar en relación con la fimosis que tuvo mientras trabajaba en el depósito de cadáveres.
Este informe ha sido incorporado ya a la causa que instruye la magistrada Purificación Romero Paredes, que investiga la denuncia de una trabajadora contra la Complutense por supuestamente contraer cáncer y enfermedades respiratorias tras manejar cuerpos tratados con formol durante años en el depósito.
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