Las inundaciones destruyen talleres de trajes de falleras: "No había hecho más que invertir y trabajar, y ahora estoy así"

Las lluvias torrenciales que afectaron a Valencia en los últimos días han causado estragos incalculables en talleres donde se dedican a la indumentaria valenciana, un sector que es clave para la tradición cultural de la región. Negocios como el de Ana y Elena, que están especializados en trajes de fallera, han quedado completamente devastados tras la crecida del agua, la cual llegó a superar los dos metros de altura.

Elena cuenta como el agua entró con mucha fuerza, arrancó las puertas y se llevó todo por delante, aún no han asimilado la magnitud de la pérdida. Su taller, que antes albergaba mesas de corte, máquinas de coser y costosos tejidos, ha quedado reducido a cuatro paredes vacías.

Emprender desde cero

Entre las afectadas también se encuentra Carmen Moya, propietaria de otro taller que apenas llevaba un año en funcionamiento. "Este año solo había hecho que invertir, trabajar y trabajar. Estaba super feliz porque por fin llegaba mi momento, y ahora así estoy", confiesa Carmen, visiblemente emocionada.

El agua no solo destruyó su local, sino también su ilusión, Carmen asegura que lo ha perdido todo, pero su principal pensamiento está en sus clientas ya que la modista tenía preparados para planchar y entregar en las próximas semanas trajes de seda de fallera mayor, pero que ahora no podrá cumplir con esas entregas. Carmen estima que unas 90 clientas han resultado afectadas directamente por las pérdidas en su negocio.

Un sector que no se rinde

El golpe económico para estas pequeñas empresas es enorme. Francisco Javier Ricardino, Maestro Mayor de Sastres y Modistas de Valencia, replica que los ajuares y los conjuntos estaban a punto de entregarse ya finalizados, y añade que sus compañeros le están ayudando con la entrega del material para intentar que vuelvan al trabajo lo antes posibles. "Les van a entregar máquinas de coser industriales, remalladoras y centros de planchado", explica.

El agua no solo dañó bienes materiales, sino que se llevó consigo algunas piezas de enorme valor sentimental. Muchos de los ajuares y conjuntos que estaban listos para entregar han desaparecido. Eran joyas de la indumentaria valenciana que no se pueden recuperar.

Más allá del impacto económico que la DANA ha dejado sobre los negocios en Valencia, la destrucción de estos talleres supone una pérdida para el patrimonio cultural de la región. Los trajes de fallera, confeccionados con seda y bordados a mano, no son solo ropa sino que representan un símbolo de identidad y tradición.

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