Los vendedores ambulantes de la Cala de Finestrat (Alicante) afectados por la crecida del agua, suceso con dos muertes y cinco heridos, han criticado que el mercadillo se halle en pleno barranco.
El suceso se ha producido sobre las 11.30 horas cuando lluvias de 7,2 litros por metro cuadrado durante 25 minutos provocaron una avalancha de agua que ha arrastrado gran parte de los entre 100 y 150 puestos instalados, y ha causado la muerte de un matrimonio británico, de 72 y 70 años, y cinco heridos en principio no graves. Se da la circunstancia de que en el entorno de este barranco hay señales verticales donde se avisa del peligro de riadas en días de lluvia.
Una de las vendedoras, Blanca María, ha asegurado que "esto era previsible que pasara" aunque "a nadie le importa" pese a estar el mercadillo en una zona "peligrosa".
Ha relatado que muchos de los dueños de los puestos se han quedado "en la miseria" al perder todo el género y ha criticado que ninguno de los responsables municipales o autonómicos les hayan preguntado cuánto han perdido.
También ha advertido de que los servicios de emergencias han tardado demasiado tiempo en llegar pese a estar los vendedores y clientes "con el agua al cuello". Otro testigo ha relatado que la pareja británica fallecida se hallaba en un puesto dedicado a bar/cafetería y que en el momento en que llegó el agua la mujer estaba agarrada a la barra.
Sin embargo, la avalancha se había llevado por delante otro puesto situado algo más arriba y éste chocó con el del bar, lo que a su vez arrastró tanto al matrimonio (él de 72 años y ella de 70) como al dueño del puesto, quien no obstante pudo salir por sus propios medios.
Otra vendedora, Natividad Grande, ha expuesto que los servicios de emergencias tardaron mucho pese a que habían sido alertados por teléfono por parte de los vecinos, y ha relatado que las personas afectadas trataron de salvarse desesperadamente "agarrándose a los palos" de los puestos.
Asimismo, Luis Alberto Lamchimba, que vendía productos textiles en su puesto, ha manifestado que el agua ha echado a perder prendas por valor de 10.000 euros. En estos momentos los servicios municipales efectúan las labores de limpieza en la zona