José Bretón llegó a los juzgados de Córdoba sobre las 9:30 horas y, según palabras de su abogado, su estado es de tranquilidad. Sólo en un momento de su declaración se le ha quebrado la voz y se ha mostrado emocionado. Entre un intento de llorar, pero con gesto sereno, en unos segundos y mirando directamente a los miembros del jurado el acusado ha asegurado que sus hijos, Ruth y José, no le temen, sino que los quiere "con locura" y tenerlos ha sido la "mayor alegría" de su vida.
Bretón ha respondido a todas las preguntas que se le han formulado y ha aprovechado cualquier momento para dar una imagen de buen padre "que quiere a sus niños", a los que intenta "inculcarle unos valores que nunca" le han recriminado, según ha declarado, para añadir que "nunca" ha recibido "un reproche de cómo los cuido". "Me ha tocado la labor de padre y la voy a defender siempre", ha subrayado.
José Bretón ha comenzado a declarar a las 10:12 horas ante el magistrado Pedro Vela y el Tribunal del Jurado por la acusación de dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco supuestamente cometidos contra sus hijos, Ruth y José, el 8 de octubre de 2011 en una finca familiar ubicada en las afueras de Córdoba capital. Por estos hechos el acusado permanece interno en el Centro Penitenciario de Alcolea desde el 21 de octubre de 2011 y la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, le piden 40 años de prisión, mientras que la defensa solicita su absolución.
Cada vez que se ha refeido a sus hijos, incluso a hechos pasados, Bretón se ha expresado en presente, y de vez en cuando dirige su mirada al jurado. Durante su declaración, Bretón ha dicho que la columna de humo negro que los servicios del INFOCA observaron en la zona no correspondían a la hoguera que encendió en su finca, sino a otra cercana. Ha negado rotundamente que comprara pastillas para dormir a sus hijos antes de arrojarlos en la hoguera y ha explicado que fue el psiquiatra, al que acudió porque tenía "manías", el que al final de la consulta se las ofreció para la ansiedad y los nervios.
Bretón las compró, pero después las tiró, aunque, según su testimonio, no recuerda si se desprendió de ellas ese mismo día o al siguiente. La fiscal ha encontrado en este testimonio contradicción con lo que el acusado declaró en su momento a la Policía, que encontró los las tabletas vacías en los registros.
Precisamente sobre la hoguera el acusado ha admitido que ese día hizo fuego en la finca para quemar "bolsas con cosas que Ruth había dejado". Además ha negado que ese día se quemasen restos de animales.