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LA FAMILIA PREFIERE SER CAUTA ANTE EL INFORME DE TOXICOLOGÍA

Le retiran la traqueotomía a Ortega Cano y pronuncia sus primeras palabras

El análisis de sangre efectuado al torero José Ortega Cano dio un resultado de 1,26 gramos de alcohol el 29 de mayo, día en que sufrió un grave accidente de tráfico, cuando el límite máximo es de 0,5 gramos, según un comunicado de los abogados de la familia del conductor que falleció en la colisión.

La familia de Ortega Cano prefiere mantener la cautela acerca de la información aparecida este miércoles sobre la tasa de alcoholemia del torero en el momento del accidente de tráfico que sufrió hace un mes, y no entrar a valorarla hasta que se reúnan con el abogado.

Esta reunión con el letrado Carlos Zapatero, abogado de la familia, tendrá lugar "mañana por la mañana", informaron fuentes familiares. Lo único que han querido dejar constancia ha sido que ellos siempre "han lamentado el fallecimiento del otro conductor", que "se resignan a lo que dicte la justicia en su momento" y que se encuentran "sorprendidos y contrariados" con esta noticia.

La familia siempre ha estado convencida que "nunca pudieran surgir problemas de este tipo sobre todo al cabo de un mes que lleva José en la UCI", señalaron las mismas fuentes.

Por otro parte, las últimas noticias sobre el estado de salud de José Ortega Cano son positivas: "hoy mismo le ha sido retirada la traqueotomía y ha empezado a pronunciar las primeras palabras".

Ortega Cano casi triplicaba la tasa de alcohol en sangre
El análisis ha sido realizado por el Instituto Nacional de Toxicología tras la petición del despacho de abogados Luis Romero y Asociados, que representa a la familia del conductor que falleció en el accidente, Carlos Parra.

Los abogados han remitido un comunicado en el que aseguran que en la sangre del torero no había ninguna otra sustancia tóxica o estupefaciente, mientras que el conductor fallecido no había bebido alcohol.

El despacho de abogados afirma que existen datos suficientes para determinar una presunta conducción desordenada y anormal por parte del torero, quien sería susceptible de una acusación penal por varios presuntos delitos que aún no han concretado.

Esta presunta conducción temeraria estaría determinada, según los abogados, por los resultados analíticos de la sangre del torero, por las llamadas al servicio de alertas 112 sobre una posible conducción irregular antes del siniestro y por la declaración del testigo que circulaba detrás el turismo del fallecido.

Tras expresar su deseo de una pronta recuperación del torero, los abogados y los descendientes del fallecido lamentan que aún no disponen de las conclusiones del informe técnico del siniestro, y añaden que, en caso de que sean de responsabilidad para Ortega Cano, solicitarán su declaración judicial cuando se recupere.



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