Sara fue condenada a 6 meses de cárcel

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RECOGE FIRMAS PARA OBTENER UN INDULTO

Una joven madre irá a prisión por no pagar una multa de 1.400 euros en Valencia

Una valenciana de 29 años con dos hijas, una de ellas de dos meses, ingresará en prisión por no pagar a tiempo una indemnización de 1.440 euros por la que se le conmutó una condena por adquirir y revender teléfonos móviles con la documentación que halló en una cartera en la calle en 2009.

Sara González, una madre de una niña de tres años y un bebé de un mes y medio está recogiendo firmas en Change.org para apoyar su petición de indulto para evitar tener que entrar en prisión por no pagar una multa de 1.400 euros por "un error" que cometió hace nueve años cuando utilizó los DNI que extrajo de una cartera que se encontró para dar líneas telefónicas de alta y revender los móviles que le dieron para comprar comida, ya que por entonces sufría una anorexia nerviosa con bulimia.

La joven madre ha señalado este miércoles, tras visitar a su bebé en el hospital donde está ingresada por una bronquiolitis, que el impago de esta multa fue por "un engaño" de su anterior abogado, al que ahora estudia denunciar. En estos momentos está a la espera de que la Audiencia Provincial de Valencia resuelva el recurso que han presentado contra la denegación del juzgado de lo Penal número 12 de la suspensión de la condena hasta que se resuelva el recurso.

Los hechos se remontan a hace nueve años cuando Sara, entonces rondando los 20 años, se encontró una cartera debajo de un coche y en lugar de devolverla utilizó los DNI y documentación bancaria de dos personas para suscribir varios contratos con distintas compañías de teléfono y domicilió los recibos en la cuentas de las perjudicadas. "Pregunté a mis amigos qué hacer con la cartera. Era consciente de que estaba cometiendo un delito pero no pensé que fuera tan grave. Soy consciente de mis actos ahora que estoy curada, antes no lo sabía", ha señalado.

Sara admite que revendió los móviles que le entregaron las compañías de forma gratuita por darse de alta para poder comprar comida, ya que entonces tenía una anorexia nerviosa con bulimia. "Fue un error", insiste.

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