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en la vista se dirimirá sobre la custodia de los hijos

Juana Rivas y su expareja comparecen este martes en la vista oral sobre la custodia de sus hijos

Juana Rivas y Francesco Arcuri vuelven a verse las caras este martes en Cagliari (Italia). En unas horas comienza el juicio por la custodia de sus hijos. Rivas había recibido la autorización para poder ver a los menores este lunes, pero Arcuri no acudió a entregarle a los pequeños.

La Primera Sección Civil del Tribunal de Cagliari (Italia) acoge este martes la vista en la que se dirimirá sobre la custodia de los dos hijos de Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que pasó casi un mes ilocalizable sin acatar la orden judicial que le obligaba a entregárselos al padre, Francesco Arcuri.

La vista arrancará a las 9,00 horas y ambos deberán comparecer, según consta en el decreto del pasado 3 de julio que dictó este mismo tribunal entregando a Arcuri la guarda y custodia provisional de los menores, de once y tres años, y fijando esta cita judicial.

En el decreto también se solicitó a los servicios sociales de Carloforte que "verificaran" los condiciones familiares y de vida de los menores junto a su padre una vez que regresaran a Italia a fin de que aporten sus conclusiones a este proceso civil en el que se abordará la custodia y el régimen de visitas.

El tribunal de Cagliari ha accedido a través de un auto a la petición de los abogados de Juana Rivas de que pueda visitar a sus hijos hasta el miércoles y pernoctar con ellos en el hotel donde se aloje.

Sin embargo, Francesco Arcuri ha pedido finalmente concretar cómo debe producirse el encuentro de los niños con su madre, quien no ha podido reencontrarse este lunes, por tanto, con sus hijos, a los que no ve desde que, a finales del pasado mes de agosto, los entregara al progenitor, según ha informado uno de los letrados de Arcuri, Enrique Zambrano.

El auto que le permite ver a los niños ha sido determinante para que Juana "haya cogido fuerzas" para desplazarse a Italia, puesto que en un principio se barajó la posibilidad de pedir la suspensión de la vista por motivos de salud, dado que ha estado "muy mal la última semana", también anímicamente, según ha detallado uno de los letrados de Rivas, Juan Manuel Pérez.

La pretensión de sus abogados es que Juana consiga la custodia de los niños para que puedan volver a España y vivir con ella en Granada, teniendo el padre el derecho de visita. Juana Rivas tratará de exponer también ante el tribunal de Cagliari los malos tratos que presuntamente padeció a manos de su expareja y que supuestamente le llevaron a abandonar la isla de Carloforte con sus hijos sin contar con el permiso paterno.

Por su parte, el equipo jurídico de Arcuri ha hecho una amplia selección documental que va a ser aportada para apoyar su argumentación de que Juana Rivas "no es, a tenor de su comportamiento, la persona más adecuada para tener la guarda y custodia", según ha relatado uno de sus abogados, Enrique Zambrano.

Actualmente, Arcuri cuenta con la guarda y custodia provisional de los menores y Juana Rivas tiene derecho a un sistema de comunicación por videollamada diaria.

Los abogados de Arcuri no se han opuesto a que la madre se encuentre con los menores, aunque han interesado que durante la visita haya presente alguien del entorno del padre o de los servicios sociales italianos.

Al margen de este proceso por la vía civil, Juana Rivas está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción 2 de Granada por supuesta desobediencia judicial y sustracción de menores después de que saliera de Italia con los niños sin el permiso paterno y pasara un mes ilocalizable incumpliendo la orden judicial que le obligaba a entregárselos a su expareja, Francesco Arcuri, condenado en 2009 por lesiones en el ámbito familiar.

Fuentes cercanas al caso han precisado que también hay abierto un procedimiento similar en Cagliari por el artículo 574 bis del código penal italiano.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada ha acordado recientemente no reabrir las diligencias previas ni tomar las medidas cautelares que solicitó Juana a finales de agosto por unos presuntos malos tratos que se habrían producido entre los años 2013 y 2016 en Italia, donde ella tenía fijado su domicilio habitual. La magistrada toma esta decisión al entender que los hechos denunciados ocurrieron presuntamente en Italia y que por tanto la jurisdicción competente es la italiana.

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