La jueza aplaza la decisión sobre el futuro del principal sospechoso por la muerte de Esther López al 8 de enero

En un coche policial camuflado llegaba Óscar Sanz a los juzgados de Valladolid. El principal sospechoso por la desaparición y muerte de Esther López accedía por el garaje a la sede judicial donde le esperaban decenas de familiares y amigos de la joven de Traspinedo (Valladolid) con gritos de "asesino".

La vista ha durado apenas media hora y Sanz ha vuelto a abandonar los juzgados tal y como ha llegado. La titular del Juzgado de Instrucción número 5 ha decidido aplazar la decisión sobre su futuro hasta el día 8 de enero. Esa nueva fecha será clave para saber qué delitos se le imputan o si decreta el sobreseimiento de la causa. También decidirá si admite las nuevas pruebas solicitadas por la defensa, entre ellas, un video que cuestionaría el hallazgo del cadáver. Mientras, Sanz permanece en libertad en calidad de investigado.

Tanto la fiscal como la acusación particular han manifestado que los hechos, "son constitutivos de delitos de asesinato u homicidio". Guillermo Ruiz, abogado de la familia de la joven asesinada, no ha solicitado más pruebas. Reclaman que sea juzgado por "asesinato, omisión del deber de socorro, detención ilegal, secuestro y lesiones agravadas".

Por su parte, la defensa ha pedido el sobreseimiento de la causa. "Para nosotros no hay indicios racionales de imputabilidad para Óscar", ha señalado su abogada Ana Pérez, quien ha reconocido que han solicitado nuevas declaraciones sobre todo "para acreditar cuándo aparece el cadáver en la cuneta".

Este nuevo aplazamiento supone una nueva decepción para la familia de Esther López que no pierde la esperanza de ver sentado en el banquillo al investigado y confía en que, cuando se se fije la fecha del juicio y se determinen las imputaciones, Óscar Sanz "no entre por su propio pie en los Juzgados".

Esther López desapareció el 12 de enero de 2022, cuando acudió a un pub de Traspinedo para ver un partido de fútbol con unos amigos. De allí salió en coche con uno de ellos. Le invitó a seguir de fiesta pero según el testimonio de su amigo, declinó la propuesta y Esther bajó del coche.

Su cadáver se encontró 24 días después, el 5 de febrero, con la misma ropa que llevaba el día de su desaparición pero en una zona que no había sido batida por ser un lugar habitual de paso de los vecinos de la localidad. Fuentes de la investigación aseguraron entonces que si el cuerpo hubiera estado allí desde el principio se hubiese visto antes.

Las investigaciones apuntan a que la víctima fue atropellada la misma noche de su muerte, cuando deambulaba por el sentido derecho de la carretera en dirección a la localidad. El impacto habría sido "a media o baja velocidad", sin que el golpe tuviera suficiente entidad para causar su fallecimiento.

Según la autopsia, la muerte de Esther López se habría producido después, posiblemente por una posible conjunción de factores, como un shock o una hipotermia.

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