Abusos sexuales
Una jueza de A Coruña obliga a una niña de 7 años a visitar a su padre, investigado por abusar sexualmente de ella
La niña está obligada a pasar con su padre los fines de semana alternos, a pesar de que el progenitor tiene abiertas dos investigaciones por presuntos abusos sexuales hacia la menor, que sufre de estrés y ansiedad.
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Desde hace dos años, María está viviendo “un calvario judicial”. Su hija está obligada a pasar con su padre los fines de semana alternos, a pesar de que el progenitor tiene abiertas dos investigaciones por presuntos abusos sexuales hacia la menor.
A raíz de esta situación, la pequeña, con tan solo siete años, sufre episodios de estrés y ansiedad: “No puede dormir sin melatonina, se hace pis de noche, tiene fuertes dolores de estómago para los que toma medicación, no quiere ir al colegio ni dormir fuera de casa...”, señala la madre de la menor, que apunta que “incluso ha llegado a autolesionarse”.
Conflicto entre los dos juzgados
El problema de esta situación es el conflicto en el que entran las decisiones judiciales de los dos juzgados que llevan las causas por abusos. “Mientras el juzgado de Lugo -donde residen madre e hija- suspendía las visitas de manera cautelar después de recibir el informe forense, psicológico y pediátrico de la niña, la jueza de A Coruña -lugar de residencia del padre- dictaminó levantar esa suspensión y reanudar las visitas”, explica María.
A la espera de que se resuelva este desacuerdo “que perjudica a mi hija”, dice la madre, la abogada de María solicitó también a la jueza de A Coruña que hubiera un punto de encuentro. No obstante, le ha denegado esta cuestión porque considera que lo más importante es que la niña vea a su padre.
La investigación al padre continúa
Ante las negativas de esta jueza, “que ha llegado a restar importancia al informe que establece que hay ADN con el cromosoma Y en la parte de refuerzo de las bragas de la niña y en la interior de los pantalones”, María ha presentado una queja.
Mientras continúa la investigación por abusos sexuales al padre de la niña, María pide “amparo a la justicia y herramientas de protección para la niña”, que actualmente está recibiendo tratamiento psicológico.
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