Toros

'El Juli', tras anunciar su retirada de los ruedos: "Conseguir mis metas hace que me vaya con una felicidad enorme"

El torero ha anunciado su decisión a través de un comunicado. Ha sido un caso único en su ámbito por la prematuridad por la que ascendió a la cumbre, desde su época de novillero en México. La retirada coincide con el 25º aniversario de su alternativa, después de haber toreado en 1.851 corridas. Toreará su última corrida el 1 de octubre en la feria de San Miguel de Sevilla, donde ostenta el récord de Puertas del Príncipe.

Toreo El Juli

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Toda etapa en la vida tiene su final, por muy duro que cueste asumirlo. Es lo que le ha ocurrido a 'El Juli', al anunciar hoy su retirada permanente de la tauromaquia a través de un comunicado. Aquel niño que se inició de forma precoz en el toreo, desde aquel primer capotazo a un becerro con apenas ocho años, se convirtió en maestro, sin bajar nunca de la cima en los ruedos.

En medio de toda la incertidumbre, no cierra la puerta a lo que depare el futuro, al que por el momento quiere dedicarse por completo a su familia y a algún proyecto personal. Lidiará su última corrida el 1 de octubre, en la feria de San Miguel de Sevilla, donde es en el matador de toros que más Puertas del Príncipe ha obtenido. Así, el que ya sorprendió como alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid deja atrás una larga carrera en la que ha toreado en 1.851 corridas de toros, lidiado 3.895 toros, cortado 2.863 orejas y 97 rabos, salido al hombro en 955 ocasiones e indultado 31 toros.

¿Por qué ha llegado ahora y de esta manera el comunicado?

Bueno, yo creo que es un paso lógico. Al final ya son veinticinco años como matador de toros y prácticamente toda la vida hipotecada a esta profesión, por y para ella, y es un momento que tiene que llegar tarde o temprano.

¿Qué valoración haces de tu carrera profesional?

Sobre todo de felicidad absoluta. He podido conseguir todo lo que he soñado en mi vida como torero, e incluso más de lo que uno piensa cuando empieza. Para mí la tauromaquia ha sido el motor de mi vida, es donde más me he desarrollado como persona, como artista. Esa plenitud de sentirse reconocido, de sentirse querido, de haber conseguido mis metas hace que me vaya con una felicidad enorme.

¿Cómo recuerdas esa etapa de niño prodigio?

Mis recuerdos de niñez van relacionados directamente con el toro, porque prácticamente desde que tengo uso de razón soy torero y siempre ha estado relacionada a ello. Mi crecimiento como persona siempre ha estado ligado a la tauromaquia. Para mí ha sido una forma de vida. Ha sido un mundo que me ha enriquecido mucho. (...) Ha sido duro, porque ha sido una profesión tremendamente dura, pero esa dureza también me ha hecho crecer como persona, me ha hecho desarrollarme y me ha hecho ser feliz.

¿Eres consciente de haber marcado la historia de la tauromaquia?

Bueno, yo he hecho lo que podido. En la tauromaquia sí creo que mi nombre ha tenido un peso y un significado grande por la situación que he tenido y por las cosas que han podido suceder, por una trayectoria tan longeva, que no es usual en la profesión de torero. He intentado vivirlo con la máxima autenticidad y la máxima entrega a mi profesión, y conviviendo con todas las cosas que tiene un torero, que no todo es un camino de rosas. Vienen los fracasos, las cornadas, esa dureza. Pero lo que prima es esa felicidad de haberme sentido totalmente pleno, totalmente lleno de emoción y de satisfacción.

Es un momento de un relevo generacional en los toros...

Es lógico, las generaciones venideras son las que tienen que marcar el futuro. Creo que he tenido mi momento, ha sido una etapa muy larga, muy bonita, pero considero que esa etapa se tenía que terminar. Lo asumo con cierta tristeza, pues porque estar tan ligado a la profesión emocionalmente es difícil dar este paso pero con la felicidad de ser feliz en esta profesión, de sentirme querido, respetado. Tengo un sentimiento de agradecimiento muy fuerte al público, que es el que hace que yo haya podido seguir todos estos años y que haya podido conseguir las cosas que he conseguido.

Desde niño ha estado toreando, ¿qué va a hacer a partir de ahora que todavía es muy joven?

Vivir, porque toda mi vida ha estado a expensas de lo que me ha tocado hacer profesionalmente. Tengo una familia que le quiero dedicar tiempo, tengo proyectos, tengo cosas. Sobre todo a mis seres queridos, que han hipotecado su vida por mí, quiero dedicarles ese tiempo. Y ver la tauromaquia también desde otra perspectiva, no siempre con la responsabilidad y la presión que lo he vivido así y disfrutarla y descansar un tiempo. Dios dirá lo que me pide el cuerpo, no tengo ninguna idea concreta de futuro.

¿Y cuál será la cita de tu última corrida de toros?

Creo que la última corrida de toros será en Sevilla, que me hace especial ilusión que sea ahí porque quizá en esta última década ha sido la plaza más significativa, en la que he podido triunfar, y en la que más he podido marcar lo que yo soy como torero. Y es una plaza que me encanta, que tiene una categoría especial. Antes me gustaría pasar por Madrid, porque junto con Sevilla son las dos plazas clave de mi vida, las plazas más importantes que hay en el toreo.

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