Karla Torres, la joven canaria ciega que ha sacado un 12 sobre 14 en la Evau

Karla Torres es una joven de 18 años que vive en Tenerife (Islas Canarias) y ha conseguido una nota muy alta en la prueba Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, 12 puntos sobre un máximo de 14. Torres es ciega de nacimiento y ha contado a Antena 3 Noticias que quiere ser abogada laboralista. "Considero que tendré que enfrentarme a muchos obstáculos, pero estoy preparada. Con mucho esfuerzo todo se puede lograr", explica.

"Lo único que he hecho ha sido estudiar y estudiar", ha señalado Torres sobre su preparación de la Evau. "Me llevé mi ordenador y mi libro braille y me dieron un 50% más de tiempo. Los exámenes estaban impresos en braille", indica sobre cómo hizo los exámenes de selectividad. En el primer curso de Bachillerato ya obtuvo un 9,5 de media sobre un máximo de 10 puntos. Torres estudió en el instituto IES Santa Úrsula de Santa Cruz de Tenerife, donde realizaba los exámenes en formato oral.

Estudiar derecho para luchar por la igualdad en las empresas

La siguiente meta de Torres es estudiar Derecho en la Universidad de la Laguna y "trabajar en una gran empresa". En un futuro le gustaría crear su despacho de abogados "y bajar los precios de las consultas, son muy altos, además de ayudar a los trabajadores con discapacidades porque las empresas les discriminan". Torres reclama que no todas las empresas tratan de manera igualitaria a las personas con discapacidad, por lo que quisiera "ser un poco un referente y ayudar a generaciones venideras".

En su clase de Bachiller, Torres era la única persona con discapacidad visual, pero asegura que eso no fue un problema. "Me sentí muy integrada y formamos un tándem. Es muy difícil de lograr. Estuve en otro centro y no era igual. Me encantó el equilibrio", cuenta a este medio.

En cuanto al soporte que ha recibido en su camino académico, una agrupación de profesores ayuda a personas con discapacidad y trabaja junto a la ONCE en Canarias, según ha indicado Torres. En su caso tenía una hora semanal con una profesora para trasladarle sus necesidades como materiales o traducciones de braille a tinta para los maestros. La misma organización también le ayudó en sus desplazamientos y otras cuestiones.

Estudiar en la pandemia ha sido un reto. "Fue difícil, todo se complicaba más. El acceso me cuesta el doble de tiempo y es un proceso más lento, pero me esforcé el doble. No fue solo estudiar, para mí no salir a despejar la mente y vivir algo tan monótono fue lo peor". Y continúa: "Para mí es importante tener personas con las que estudiar. Ahora estamos tan detrás de la pantalla. Tuvo que venir la pandemia para enseñarnos que necesitamos estar en contacto".

Karla realizó los test de la Evau en un edificio distinto, en un aula habilitada para personas con "necesidades especiales", como deficiencia visual, problemas auditivos o motóricos. "Éramos muy pocos, en dos o tres aulas éramos como 19 en cada una".

Torres se siente "muy feliz" por entrar en la carrera que quería "sin dificultad". "Muy feliz también de tener una madre que me apoyó fervientemente y me condujo a superar las piedras que se me presentaban en el camino. Si no fuera por ella no habría llegado hasta aquí", relata.

"Invito a todas las personas que creen que no pueden lograr lo que se proponen a que piensen que no pasa nada y que pueden lograrlo, tengan una discapacidad o una dificultad. Yo lo pude lograr y no considero que sea un acto heroico, sino que lo hice con esfuerzo y apoyo desde pequeña. Cuando consideres que no tienes ese apoyo cuenta hasta 10 y te vuelves a levantar", manifiesta Torres.

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