El sindicato Comisiones Obreras de Canarias ha denunciado que las camareras de piso se enfrentan frecuentemente a situaciones de acoso sexual cuando trabajan en los hoteles por parte de los clientes de esos establecimientos.
Muchas de estas camareras de piso, conocidas como kellys, cuentan que sufren "sustos habituales" en los que algún cliente se sobrepasa con ellas o se les insinúa sexualmente cuando están en la habitación del hotel realizando su trabajo.
Desde el sindicato explican que a pesar de que estas situaciones son frecuentes, la mayoría no se denuncia debido a la vergüenza o miedo a perder el trabajo o por temor a que los empresarios no las crean.
Desde CCOO han puesto en marcha una campaña para concienciar sobre los riesgos que sufre este colectivo. Se llama 'el cliente no siempre tiene la razón' y su objetivo es divulgar la situación para que los empresarios tomen medidas para evitar que vuelva a ocurrir.
Desde esta campaña se destaca que las camareras de piso "no son un detalle del hotel" con sus clientes y propone a las empresas llevar a cabo diversas iniciativas para evitar el acoso sexual. Así, se pide también que las camareras dispongan de botones antipánico o teléfonos para estar en contacto con el resto del equipo ante casos de emergencia. También insta a mantener la puerta de la habitación abierta y bloquear el acceso de entrada con los carros de limpieza.
También se pide que las camareras de piso no limpien nunca la habitación si el huésped permanece dentro y, en el caso de que la trabajadora esté limpiando la habitación y el huésped quiera entrar, salga de ella y regrese más tarde.
Al realizar una entrega extra de toallas, artículos de aseo o del servicio de habitaciones, el personal no debe entrar en la habitación, o hacerlo en parejas, recomienda el sindicato. También es necesario evitar trabajar aisladas, garantizar que el número de empleadas es apropiado para cada tarea y para cada momento del día, y extremar las precauciones en los turnos de noche, más vulnerables.
CCOO pide también que todas las dependencias del hotel, como pasillos, escaleras de emergencia, almacenes, cuartos de almacenaje, cuenten con iluminación de detección de presencia. Igualmente, pide que los hoteles se doten de los servicios de seguridad necesarios en caso de incidentes y que haya libre elección de uniforme (falda o pantalón).
En caso de daños físicos o psíquicos, por agresión verbal o física, abuso o violación, las empresas deben poner a disposición de la afectada todos los medios sanitarios y jurídicos posibles, asumiendo su coste, así como el reconocimiento de accidente laboral, ha propuesto Balué. Hay empresas que ya cuentan con un protocolo antiacoso, como la cadena Meliá, pero la mayoría de los establecimientos carecen de él, ha dicho la representante de CCOO.
