Cuando algo tan limitado y apto para el alcance de solo unos pocos se democratiza puede desembocar en dos opciones, que se extienda como la pólvora o que quede, simple y llanamente, en el olvido.
La primera opción es la elegida para la democratización de la alta gastronomía. Concepto que el chef de dos estrellas Michelin, Paco Roncero, trae a Madrid a finales de este mes de julio.
Pero, ¿qué entendemos por democratización de alta gastronomía? Para el chef, el objetivo es llegar a cuantas más personas mejor. Poner al alcance de todos aquel producto al que tan solo los más privilegiados pueden optar o más propiamente dicho: aquellos afortunados que podrían costeárselo.
Paco Roncero, es ante todo chef, un apasionado de la cocina, pero también es empresario pues cuenta con hoteles y restaurantes en España. El más destacable seria Sublimotion, conocido por ser el más caro del mundo, con un menú que oscila los 1.600 euros.
Arte y gastronomía son los mundos que el chef combina tanto en su restaurante como en el evento que lleva a cabo en la capital junto con la Familia cinco estrellas de Mahou y Penique Productions. Desde el 24 hasta el 27 de Julio, aquellos que estén hambrientos de nuevas emociones tienen una cita en el Palacio de Neptuno, situado en el barrio de las letras de Madrid.
Alta Gastronomía y una experiencia única a un precio de 40 euros. La aventura no es únicamente ir a comer a un restaurante y gozar del plato servido. No, se trata de vivir y disfrutar con cada uno de los cinco sentidos. Una vivencia tanto acústica, visual como sabora es lo que vamos a encontrar.
Este nuevo concepto de democratización de la alta gastronomía parece que llega para quedarse. La experiencia no defrauda. El menú es el siguiente:
Para empezar un plato al que el chef le pone su propio nombre, 'El huerto de Paco Roncero', un plato de 12 metros de largo con una amplia variedad de verduras plantadas sobre la tierra. Comestible hasta los brotes y la propia tierra hecha con cereal rallado y condimentada con hasta tres salsas distintas. Con la primera degustación ya se podía aventurar lo que iba a ser una experiencia única.
Gracias a las proyecciones en las paredes, el espectáculo de luces y la música de ambiente podías sentir que estás realmente en un huerto. No podemos olvidar que incluso con el olfato puedes sentir que estás en otro lugar y no en pleno centro de Madrid.
A el huerto le sigue Ramen de papada ibérica, "una receta muy interactiva para que el cliente se haga su propio noodle", Rodaballo a la mantequilla negra, con baile incluido, y Jarrete de ternera, que se presenta en la mesa entero.
De postre, Painting tall, con el que el chef quiere que el comensal vuelva a sentirse un niño. Intenta recrear con él la infancia, esa etapa de la vida tan dulce y llena de alegría que no podía ser mejor representada que con un postre con el que además, tú eres el propio artista y puedes pintar tu propio plato.
Solo un grupo reducido puede acceder a este vivencia. 300 personas son las que van a poder aprovecharse de esta oportunidad. 96 personas por día se reunirán en este espacio.
Taller de tiraje, dj, espectáculo de luces y la degustación de cuatro platos más postres, maridados cada uno con las distintas cervezas de Mahou.
Tecnología, arte y gastronomía. Con estas tres palabras define el evento que se puede vivir en esta experiencia gastronómica donde lo tradicional trasciende a vanguardista con la creatividad y pasión que el chef pone a cada uno de sus platos.
Detrás de esta aventura encontramos un enorme equipo tanto técnico como audiovisual, sin olvidarnos tampoco de los camareros y el chef sin quienes la experiencia tampoco sería posible.
