Ocurrió
el viernes 15 de julio a las nueve y media de la noche. Un grupo de personas
estaba sentado en la terraza de un bar cuando, de repente, la cornisa del
edificio se desplomó sobre sus cabezas. Tres personas resultaron heridas, una
de ellas tuvo que ser trasladada a un hospital donde la dieron varios puntos de
sutura. Una cámara de seguridad grabó el suceso. Las imágenes demuestran que
las consecuencias pudieron ser fatales.
Los
clientes que estaban sentados más cerca de la fachada fueron los que recibieron
el impacto de la cornisa desprendida. Dos jóvenes sufrieron un fuerte golpe en
la cabeza; tras el impacto, uno de ellos cayó desplomado en el suelo, donde
permaneció conmocionado durante varios segundos.
Quienes reciben el impacto son los clientes que están
sentados más cerca de la fachada de la comunidad. Dos jóvenes sufren un fuerte
golpe en la cabeza. Uno de ellos se echa hacia atrás mientras se la sujeta
fuertemente. Al instante sale corriendo para evitar un segundo golpe que no se
llega a producir. El que está sentado a su lado cae desplomado hacia delante.
Conmocionado, permanece varios segundos en el suelo y necesita la ayuda de dos
personas para ponerse en pie.