Este lunes conocíamos el macabro caso de la cabeza hallada en una caja en el municipio cántabro de Castro Urdiales. La cabeza pertenece a Jesús María de 66 años que desapareció en febrero de este año.
El cráneo fue hallado en una caja que Carmen, la principal sospechosa, le había dejado a su vecina, asegurándole que contenía juguetes sexuales. Este martes se han conocido nuevos datos. La cabeza fue cocida en agua y posteriormente envuelta para evitar que oliera. La vecina abrió la caja presa de la curiosidad y encontró la cabeza.
El hombre despareció en el mes de febrero sin dejar rastro. Ella denuncia su desaparición un mes más tarde y argumenta que Jesús la había abandonado sin explicaciones. "Se ha ido de casa porque ya no me quería", aseguró la sospechosa a la Policía.
Esta fuga no cuadra a la Policía que inicia una investigación que los lleva a la casa familiar. Cuando la Policía va a registrar el piso, la detenida idea supuestamente un macabro plan: Sale de su casa y recorre este camino hasta llegar a la casa de una amiga. Le entrega una caja que, dice ella, contenía juguetes sexuales.
Cuando se ha descubierto la caja, la detenida ha dado unas suculentas declaraciones: "Alguien me la dejó en la puerta de casa, la guardé porque era el único recuerdo que tenia de él". Asimismo la detenida explicó que notaba que alguien la seguía por lo que pensaba que habían matado a su pareja por un ajuste de cuentas.