La jueza que envió a prisión a los ocho detenidos por agredir a guardias civiles en Algeciras (Cádiz) opina que el Campo de Gibraltar es una zona "denostada" por los políticos que ha sido dominada por las mafias de la droga y supone "el nuevo territorio ETA", aunque estos terroristas lo que quieren es dinero.
La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Algeciras, Belén Barranco Arévalo, argumenta así el envío a prisión de los ocho arrestados por los sucesos del pasado día 12, cuando un grupo de personas que asistía a una comunión agredió a nueve agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) que estaban fuera de servicio y salían de comer de un restaurante de esa localidad.
En el auto de prisión, la juez argumenta que los detenidos "lo que pretendían en su fuero más interno era convertir la zona donde se celebraba la comunión en su territorio, haciéndola suya en una suerte de 'ciudad sin ley' o más bien haciendo que impere la ley del más fuerte o la ley de la violencia".
Asegura que "esto no es ni más ni menos que lo que sucede día sí y día no en este punto del mapa geográfico, el sur del sur de España", y precisa que Campo de Gibraltar es una zona "olvidada y denostada por los responsables políticos que han conformado y siguen conformando los poderes ejecutivos nacional y autonómico", y "ninguneada" de la que "se han adueñado las mafias del narcotráfico junto a todos sus súbditos y acólitos económicos".
"Por ello se ha convertido en el Nápoles que imperaba en la era de Falcone, de la 'cosa nostra', se ha convertido en el nuevo territorio ETA", añade, precisando que "solo que ahora el grupo terrorista no persigue un ideal político, sino algo mucho más simple y pueril: el libre tráfico de drogas y el disfrute de los placeres que otorga el alto poder adquisitivo que se consigue con esta actividad".