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HAY OCHO PERSONAS DETENIDAS

La Policía cree que una pelea desencadenó un efecto dominó en los incidentes de la Madrugá sevillana

El Ayuntamiento se ha reunido con las Cofradías para analizar de nuevo lo ocurrido y han acordado un aumento de las medidas de seguridad para el próximo año. La hipótesis inicial es que los autores de los incidentes no estaban compinchados ni están vinculados a ideología, política o terrorismo.

La Policía está investigando una veintena de incidentes registrados en catorce lugares del casco histórico de Sevilla entre las 04:00 y 06:00 horas de la Madrugá del Viernes Santo, y la hipótesis inicial es que no fueron concertados ni están vinculados a ideología, política o terrorismo. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha destacado en rueda de prensa que una de las claves para elaborar esta hipótesis es que, a diferencia de incidentes similares ocurridos en el año 2000, este año pudieron detener a ocho personas, tres de ellas delincuentes habituales que siguen presos.

A pesar de los gritos a favor de Alá o de ETA de algunos de los detenidos, Sanz ha dicho que no se trataba de actividad terrorista, sino de personas con una actitud de "gamberrismo", que saben que generan "tensión" y "alerta" entre los ciudadanos por los episodios de terrorismo en Europa. Tras subrayar que la investigación de los hechos corresponde a la Brigada de Información Policial, Sanz ha anunciado que este martes se reunirá con el Consejo de Hermandades de Sevilla para abordar la seguridad en la Semana Santa.

Hasta ahora, la Policía analiza información que está recabando entre las cofradías y de un centenar de testigos directos y de heridos, y también disponen de 16 vídeos grabados por profesionales de medios de comunicación y aficionados, según fuentes de la investigación. Para potenciar la colaboración ciudadana, que ha sido destacada por las fuentes, la Policía ha creado una cuenta de correo electrónico en el que se pueden aportar datos, sevilla.bpi@policia.es, y también se puede llamar gratis al 900101091.

Las fuentes han explicado que trabajan con la hipótesis de que los sucesos comenzaron en la calle Arfe, cercana a la Catedral, y desde allí se produjo un efecto dominó en circunferencia con carreras entre el público, algunas de ellas en direcciones opuestas. Los incidentes comenzaron tras "una serie de chispas", entre ellas una pelea en la calle Arfe, y luego se produjo psicosis y pánico colectivo, con personas intentando buscar refugio, han añadido las fuentes tras precisar que pudo acabar ocurriendo algo "mucho peor".

Para asustar a las decenas de miles de personas congregadas en el centro de Sevilla, algunos de los detenidos usaron objetos metálicos con los que golpeaban señales de tráfico y también gritaban, según han dicho las fuentes. Esta simpleza en el medio de alterar al público demuestra que, si se hubiera tratado de algo concertado, "estarían mejor preparados", han indicado las fuentes.

La Policía practicó la primera detención en la calle Reyes Católicos, un ciudadano senegalés ebrio, y luego detuvo a los tres delincuentes comunes a las 04.30 horas en la calle Marqués de Paradas. Sobre las 06.00 horas, la Policía efectuó dos arrestos más por incidentes en la Plaza del Salvador, uno tras la información facilitada por una hermandad, y finalmente dos más en la calle Álvarez Quintero.

A algunos de los detenidos, acusados de desórdenes públicos y uno contra los sentimientos religiosos, hubo que protegerlos de los "indignados" ciudadanos, han añadido las fuentes, quienes han señalado que se identificaron a siete chicas más, una menor, por mostrar una actitud que alimentaba el temor de las personas que huían. Las primeras llamadas de alerta a la Policía se recibieron a las 04.05 horas, y seis minutos más tarde se acumularon más llamadas informando de varios heridos.

Las fuentes han destacado el hecho de que las situaciones de confusión y pánico se controlaron en solo dos o tres minutos, y han dicho que, según los testimonios recabados, algunos se contagiaron y salieron corriendo porque oían un ruido como de vuelo rasante de un avión, que era el provocado por las estampidas en otras zonas. Además, el efecto dominó también se atribuye a las llamadas entre familiares y amigos situados en distintos puntos de la ciudad.

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