La investigación estrecha el cerco sobre la misma persona, un trabajador de la sucursal bancaria donde toda la familia tenía sus cuentas y que el jueves por la noche fue detenido. Sin embargo, él niega el crimen y niega haberse quedado con todos los ahorros de Antonio y de Ana María, que desaparecieron el 6 de marzo de 2012 y cuyos cuerpos aparecieron el pasado verano.
Los cuerpos presentaban golpes en el cráneo y junto a ellos se encontraba su documentación.
El juez ha prorrogado su detención para que la policía pueda seguir trabajando. De hecho, en la comisaría se le van a practicar las pruebas de ADN para cotejarlas con las pruebas recogidas en el lugar donde aparecieron los cadáveres. Este jueves el magistrado decide si lo envía a prisión o lo deja en libertad.