Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Bulgaria, han desarticulado una organización dedicada al tráfico internacional de heroína tras intervenir más de 32 kilos de droga en una vivienda de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).
En la operación han sido detenidos los 10 integrantes de la red de narcotráfico, entre los que se encuentran el cabecilla de la banda y su lugarteniente, quienes controlaban desde Madrid las actividades ilícitas. Además de la sustancia estupefaciente, los agentes se han incautado de un arma de fuego, dos máquinas contadoras de billetes, 47.000 euros, terminales de telefonía y navegación GPS y numerosa documentación.
La investigación comenzó en el mes de marzo del 2017, cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que una importante organización criminal, integrada por individuos de origen turco, búlgaro, serbio y español, estaba dedicada al tráfico internacional de heroína. El grupo tenía su centro de operaciones en Madrid, con ramificaciones en otras provincias españolas.
Los narcotraficantes trataban de dotar de "apariencia legal" a su entramado para dificultar las pesquisas policiales acerca de su actividad irregular, según ha informado el cuerpo. Para ello, el máximo responsable de la organización disponía de un establecimiento público que utilizaban para celebrar reuniones entre los miembros de la red y planificar sus operaciones ilegales.
65 paquetes de heroína
A finales del mes de enero, se puso en marcha un operativo que culminó con la detención de seis miembros de la banda criminal. Los agentes registraron un chalet ubicado en el municipio pontevedrés de Vilagarcía de Arousa, donde se incautaron de 32,5 kilogramos de heroína distribuidos en 65 paquetes.
La sustancia se encontraba escondida en "caletas" situadas en el garaje del inmueble, que eran utilizadas para ocultar la droga hasta el momento de su distribución por Galicia y Portugal.
Paralelamente, en la misma primera fase de esta operación fueron detenidos en Madrid otros dos integrantes de la red ilegal, un ciudadano kurdo comisionado por la organización suministradora desde Turquía y otro de origen búlgaro, responsable del transporte desde Bulgaria hasta España.
La completa desarticulación de la organización se llevó a cabo en una segunda fase de la operación, que tuvo lugar en el mes de febrero en la ciudad de Madrid. Los agentes arrestaron a los dos máximos responsables de la red criminal, el jefe de la banda y su lugarteniente, y registraron sus domicilios y el lugar habitual de reunión.