Barcelona

El ladrón de la burundanga vuelve a actuar en Ripollet: droga al propietario de un bar para robarle 650 euros

El asaltante utilizó la sustancia química para robar el dinero de la caja fuerte del bar.

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Ha vuelto el ladrón de la burundanga. Una cámara de seguridad ha grabado el momento en el que el hombre vierte la sustancia con la que duerme a su víctima, un hostelero, para luego atracar el local. Ha ocurrido en la localidad barcelonesa de Ripollet. Se le había perdido la pista a principios del año pasado tras su último golpe en Mislata, Valencia.

Distinto local pero mismo 'modus operandi'

El ladrón invita al propietario de un bar a un zumo de naranja y mientras espera que le sirvan el suyo introduce una sustancia, benzocaína, en la copa ya servida que minutos después bebe la víctima. Tras ello, la víctima sufre un mareo por los efectos del potente fármaco y su pareja le atiende. Situación que aprovecha el atracador para robar el dinero de la caja que asciende a 650 euros.

"Hay un estudio previo por su parte, está el tiempo que haga falta en el bar o restaurante y en el momento que ve que está consumiendo algo el camarero es cuando se empieza a mover, se acerca a la barra y en cualquier descuido, muy rápido, pone el líquido y ahí empieza el efecto", explica Toni Castejón, portavoz de la Federació de Professionals de la Seguretat Pública (Fepol).

Al respecto, Castejón alerta de las graves consecuencias de la burundanga ya que "si se pasa con la dosis puede llegar a matar a la persona que está sedando".

Desde principios de año no es la primera vez que este bar ha sido atracado por el mismo método: "Me han dicho que dos veces le ha pasado ya, ahora creo que aprenderá", relata un vecino.

Vuelve a actuar

El ladrón de la burundanga tiene confirmados por la Policía Nacional un total de siete asaltos, el último en Mislata. De hecho, además de en el municipio valenciano, los agentes tienen constancia de que ha actuado en L'Hospitalet, Gavà y Lleida. Tras ser detenido y entrar en prisión preventiva, el delincuente estaba a la espera de juicio.

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