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Caso Marta Calvo

Las incógnitas y contradicciones del crimen de Marta Calvo

Jorge Ignacio P.J. compró dos serruchos manuales y bolsas de plástico para deshacerse del cuerpo de Marta Calvo, a quien, según asegura, se encontró muerta en su casa tras pasar una noche consumiendo drogas y manteniendo relaciones sexuales.

En resumen
  • Jorge Ignacio declaró que llegó a colocar ciertas sustancias en sus zonas erógenas
  • Tras encontrar muerta a Marta Calvo, el acusado ha declarado que acudió a una tienda a comprar serruchos y bolsas de plástico.

Jorge Ignacio P.J., detenido por el caso de Marta Calvo, declaró ante el juez que conoció a la joven en una cita a anterior a la del día de su desaparición. Había contactado con ella a través de una web hacía unas tres semanas y habían mantenido relaciones sexuales tres semanas antes del 7 de noviembre.

En su declaración ante el juzgado número 2 de Alzira, Jorge Ignacio contó que tenía su número de teléfono y la llamó el día 7 de madrugada para quedar con ella. Él se acerca a Valencia con su coche y la lleva a la vivienda de Manuel (Valencia).

La pista de Marta Calvo se perdió en Manuel, una pequeña población del interior de Valencia donde acudió para una cita con este hombre. Dos días más tarde, su madre se personó en la vivienda donde el acusado vive de alquiler, ya que la última comunicación con su hija fue un mensaje de WhatsApp con esa localización, pero el supuesto autor del crimen le dijo que no la conocía.

Jorge Ignacio declaró ante el juez que, una vez en la vivienda, consumieron cocaína y mantuvieron relaciones sexuales. Él llegó a colocar ciertas sustancias en sus zonas erógenas.

En su declaración, asegura que, al despertarse, se encontró a Marta Calvo muerta. Cuenta que en ese momento se asustó mucho y pensó en suicidarse. Pero unos minutos más decide deshacerse del cuerpo y se va a comprar elementos con los que evitar una incriminación en la escena.

Compra dos serruchos manuales en una tienda, bolsas de plástico en otro establecimiento y, en una tercera tienda, compra productos de limpieza e, incluso, ácido. Al día siguiente se deshace del cuerpo en varios contenedores de la provincia de Valencia, tal y como declaró al entregarse.

Jorge Ignacio P.J se entregó en las dependencias de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia) confesando que había descuartizado el cuerpo de la joven y sus restos los había tirado en varios contenedores, sin que todavía se hayan encontrado. Ese mismo día, la policía judicial de la Guardia Civil ordenó la suspensión de la actividad de la planta de reciclaje de Guadassuar (Valencia) para investigar si el cadáver de Marta Calvo o restos del mismo pudieron haber llegado a estas instalaciones.

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