Accidente mina
Letal y silencioso, así es el gas grisú causante de la tragedia de la mina de Asturias
Otras de las consecuencias de este gas es que provoca asfixia y es muy inflamable por la alta presencia de metano.

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Ha sido una de las mayores amenazas en la minería. Se puede encontrar en las de sal y hulla aunque su presencia principal está en las de carbón. Se libera constantemente en forma de pequeñas burbujas y su principal peligro está en que es incoloro e inodoro, por lo que detectarlo solo es posible si se hace con dispositivos especializados, los grisuómetros. Es el gas grisú, el supuesto causante de la explosión en la mina de Cerredo, en el municipio de Degaña, Asturias.
Conocido por su alta inflamabilidad, puede desencadenar explosiones devastadoras cuando se acumula en bolsas y entra en contacto con una chispa o una fuente de calor, sin necesidad de que haya una llama.
Otras de las consecuencias de este gas es que provoca asfixia y es muy inflamable por la alta presencia de metano. Esto ocurre si las concentraciones del gas llegan a situarse por encima de entre el 5% y el 15% en el interior de la mina.
El metano que contiene este gas consigue desplazar el oxígeno de la atmósfera. De hecho, es capaz de absorber casi todo el oxígeno presente en el ambiente, nada más y nada menos, entre el 80 y el 90%.
En concentraciones muy altas, cuando ya ha desplazado casi todo el oxígeno, el gas grisú es muy letal. Las personas pueden experimentar una pérdida de consciencia en las primeras inhalaciones.
En León
En 2013 esto también ocurrió en una mina en León y dejó seis trabajadores muertos y cinco intoxicados. Aunque en esa ocasión no se produjo explosión, los mineros se asfixiaron al no detectarse un escape repentino de esta sustancia mientras trabajaban.
En España el carbón contiene entre 4 y 14 metros cúbicos de gas grisú por tonelada. De hecho, las leyes del país para la seguridad minera clasifican las explotaciones según la concentración que puedan tener de esta sustancia.
Las explosiones provocadas por este gas siempre se han situado como una de las principales causas de muerte de los mineros en explotaciones de carbón. En 1995 Asturias ya vivió un accidente como el de este lunes. En esa ocasión ocurrió en Pozo San Nicolás, en el que perdieron la vida 14 trabajadores.
Inaugurada en 2009
La mina de Cerredo, en Degaña, se inauguró en el año 2009 como una de las más modernas del país pero en 2018 cesó la actividad.
Principalmente, la actividad de explotación giró en torno a la antracita, un tipo de carbón con una pureza muy alta.
Desde entonces nadie había explotado la mina hasta que el pasado verano, una empresa consiguió un permiso de investigación complementaria.
Hoy es el escenario de una tragedia que se ha cobrado la vida de cinco mineros.
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