La Policía Nacional ha desarticulado en Vícar (Almería) una organización compuesta por tres hombres y dos mujeres dedicados a la explotación sexual de mujeres y ha liberado a 22 mujeres colombianas, hondureñas, nigerianas y bisauguineanas, que estaban siendo prostituidas.
La Comisaría de Almería ha informado en una nota de que la investigación comenzó hace diez días cuando agentes de la UCRIF recibieron una denuncia por un delito de trata de seres humanos realizada por una testigo protegida que había sido captada en Barcelona por un miembro de este grupo.
Aprovechándose de su necesidad y vulnerabilidad, le ofrecieron una falsa promesa de trabajo en el sector de la hostelería y le aseguraron una vivienda, para lo que fue trasladada en vehículo hasta la localidad almeriense de Vicar y sin tener que abonar dinero alguno por el transporte.
De igual modo, otras cuatro mujeres relataron a la Policía Nacional hechos similares en las que la "jerarquía organizativa era patente", con reparto de tareas entre los diferentes miembros de la organización criminal y perfectamente diferenciadas la figura del captador, el transportista, y los explotadores sexuales.
Tras el registro en la construcción tipo cortijo en la que las 22 mujeres se encontraban sometidas a ejercer la prostitución, la Policía Nacional pudo corroborar como los ahora detenidos obligaban y coaccionaban a las mujeres para que llevasen a cabo prácticas sexuales bajo pago de diez euros por diez minutos de relación. Ante la negativa de alguna de ellas, no dudaban en utilizar el vudú o magia negra para conseguir su propósito, amedrentando a sus víctimas y, de no surtir efecto lo anterior, recurrían a multas coactivas de cincuenta euros por incumplimiento.
Además, en el lugar donde eran explotadas sexualmente tenían que pernoctar y abonar por ello una cantidad de dinero diaria. Las mujeres quedaban encerradas en el interior de las habitaciones hasta el día siguiente, cuando uno de los detenidos les volvía a conceder la libertad abriendo la cerradura o candado con el que contaban las habitaciones.
Los cinco detenidos, acusados de los delitos de pertenencia a banda criminal, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra los derechos de los trabajadores y por delitos relativos a la prostitución, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Almería, que ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de ellos.