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Se ha cuadruplicado desde 2009
El maltrato infantil se multiplica en cantidad y también en violencia: seis de cada diez agresiones son diarias y se prolongan durante más de un año
La fundación Anar ha realizado un estudio que recoge los resultados del análisis de las llamadas a las distintas líneas de ayuda a menores y familias para saber más sobre la violencia a la infancia y la adolescencia en España y tomar medidas legales y sociales para erradicarla.
El maltrato infantil se ha cuadruplicado desde 2009, además de aumentar la frecuencia, la duración y la gravedad -seis de cada diez agresiones son diarias y se prolongan durante más de un año- de una violencia que se ejerce desde la propia familia a niños cada vez más pequeños. Son las principales conclusiones del "Estudio sobre la Evolución de la Violencia a la Infancia en España según las Víctimas 2009-2016" presentado por la Fundación Anar, en el que analiza los 2.405.524 de llamadas que ha recibido en sus distintas líneas telefónicas de ayuda a menores y familias en este periodo.
Dichas llamadas arrojaron un total de 25.312 casos de violencia contra un menor, de los que 3.605 requirieron una intervención urgente del Teléfono Anar con las fuerzas de seguridad del Estado y/o servicios de emergencias. Además, las niñas son las principales víctimas, pues constituyen el 57,3 por ciento de los casos y objeto de la violencia de género y los abusos sexuales muy por encima de los niños.
Especialmente alarmante es el aumento de la violencia de género -producida en su entorno familiar o hacia las propias adolescentes- y maltrato psicológico, que se han multiplicado por 7; la de un adulto a un menor en la escuela, que lo han hecho por 6; el ciberacoso y grooming, (por 5), y el maltrato físico, (por 4), ha desgranado la directora del Teléfono Anar, Diana Díaz.
Asimismo, casi se han triplicado los abusos sexuales -tres de cada cuatro contra niñas-, los que han sido echados de casa y la violencia en la escuela, mientras que los problemas de conducta se han incrementado un 136 %, las agresiones extrafamiliares un 93 % y el abandono un 73 %. La edad media de las víctimas ha bajado de los 12,3 años a los 11,5 años, y lo mismo ha ocurrido con la de inicio: si antes las agresiones comenzaban a los 10,4 años, ahora lo hacen a los 9,6. De la misma forma, el número de casos producidos entre los 5 y 12 años es casi siete puntos porcentuales superior al situarse en el 22 %.
Una de cada diez ha pensado en suicidarse o se ha autolesionado; la cifra de las primeras se ha multiplicado por 6 y la de las segundas por 14. De estos menores, algunos han terminado quitándose la vida, en concreto un 5,4 % frente al 0,8 % que lo hizo en 2009. En un 58,6 % de las ocasiones es la propia familia la agresora, la mitad de las veces los propios progenitores, aunque sobre todo el padre biológico, responsable de la violencia en 1 de cada 3 casos. Por detrás, las madres, si bien ha descendido significativamente el número, pasando de 37,6% a 24,2%. Agresiones cuya frecuencia ha aumentado y ya un 62,2 % son a diario; más de la mitad se prolongan durante más de un año y en casi la totalidad, el 98,5 % de las veces, su gravedad es alta o media.
La violencia física sigue siendo habitual, y la "fuerte" ha subido cinco puntos hasta el 27,1%: en un tercio de los casos se producen lesiones, golpes, bofetadas, puñetazos y patadas, además de amenazas graves, coacciones y gritos, que derivan en un 6,7 % de las ocasiones en traumatismos, huesos rotos o contusiones fuertes. Mientras, los insultos se han disparado 13 puntos y llegan al 44,8%, si bien el acoso y el control (del 16,8% al 28,9%), el maltrato psicológico a través de desprecios y humillaciones (del 18,1% al 25,4%) y el ciberacoso (del 5,1% al 12,9%) son los que más han subido.
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