La Fiscalía, la acusación particular y la defensa del caso Tous han explicado este martes en la Audiencia sus argumentos al jurado popular, formado por seis hombres y tres mujeres, más dos suplentes, sobre el asalto el 9 de diciembre de 2006 en la residencia de la familia de joyeros Tous que acabó con la muerte de uno de los ladrones.
La Fiscalía, que ha sido la primera en dirigirse al jurado, ha destacado que la gran discrepancia en este juicio es "el cómo y en qué circunstancias" el yerno de los Tous, Lluís Corominas, efectuó los disparos que acabaron con la vida de uno de los hombres que presuntamente había entrado a robar en la residencia familiar.
"El sabía o asumía que, si disparaba, podría acabar con la vida de uno o de los dos asaltantes", ha asegurado la fiscal, que también ha subrayado que mientras que Corominas iba armado, los dos asaltantes -que se encontraban en un coche en el exterior de la vivienda- iban desarmados.
Tanto la fiscal como la acusación particular -que representa a la mujer y el hijo del fallecido y ha intervenido después-, han coincidido al recordar al tribunal popular que lo que se está juzgando es el homicidio y no el robo "ni a las bandas organizadas que asaltan hogares" ni la eficacia o ineficacia de la actuación de los Mossos d'Esquadra, que tardaron en llegar al lugar.
La declaración de Corominas tendrá lugar este miércoles. El juez ha dado por terminada la vista tras la exposición de las pruebas. Fiscalía y acusación particular tienen que visionar un vídeo aportado por la defensa en la que se escuchan las llamadas realizadas a los Mossos d'Esquadra cuando ocurrieron los hechos.
Atenuante para Corominas
El abogado de la defensa, que ha intervenido en último lugar, ha criticado a la fiscalía por no aceptar pruebas que ellos entendían relevantes, como la investigación realizada por la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra que determinó que la banda de asalto estaba formada por 14 personas y cuatro coches y contaban con mazas acabadas en filo de hacha, y sierras; y que ya habían estado allí tres días antes.
Sobre el retraso de los agentes de Mossos que llegaron al lugar el día de los hechos ha explicado que su intención no es la de hacer un juicio en contra de la policía, que se perdió en la urbanización, pero ha matizado que Corominas llegó al lugar esperando que los agentes ya estuvieran allí.
Por estos motivos, ha pedido al jurado que se ponga "en el corazón, la piel y en la cabeza" de Corominas el día de los hechos y ha destacado que la situación, al verse desvalido por la ausencia de los Mossos, provocó al acusado una angustia y ansiedad que desencadenó en los disparos y que era imposible, en la distancia en la que estaba, saber si había armas.
Ha acusado a la Fiscalía y a la acusación particular de faltar a la verdad cuando sostienen que se abrió un procedimiento por homicidio intentado respecto al otro ocupante del vehículo -al que encañonó hasta que llegaron los Mossos-, "es más, el fiscal consideró que no había motivo para investigar".
Finalmente ha explicado al jurado que, aunque Corominas tenía un título de director de seguridad, no ejercía como jefe de seguridad de la familia y no era un experto.