Lluvia

La lluvia salva cosechas y árboles en estado crítico

Después de tres años de sequía, estas lluvias copiosas pueden salvar muchos árboles que estaban en estado crítico y disparar cosechas estancadas por la falta de agua.

Salimos a pasear con César García, ganadero de oveja y caprino en Zarzuela, Cuenca. Y vemos como el ganado mordisquea esos primeros brotes verdes que crecen tras la lluvia. César, que pertenece a la Asociación de Defensa del Campo de Cuenca( ADECCU), nos comenta que gracias a estas lluvias no le hará falta comprar tanto pasto y tanto pienso porque la hierba que nace será suficiente para dar energía y nutrición a las ovejas. Lo cierto es que el cereal y la paja habían subido mucho por la Guerra de Ucrania y por las sucesivas sequías, con lo cual este ahorro en el gasto supone una mayor rentabilidad en la ganadería extensiva que es la más ecológica del mundo.

César nos dice que los costes han ido subiendo mientras los precios de venta de su ganado se han estancado y la rentabilidad cada vez es menor. Eso hace que se abandonen muchas explotaciones de ganadería extensiva, la más sacrificada porque los pastores deben vigilar su ganado en el campo.

Andrés Serrano es agricultor en Motilla del Palancar y nos muestra su cosecha de lentejas castellanas. Él nos cuenta que hace unas semanas sembraron pero la semilla no tenía la suficiente humedad para eclosionar. Ahora, nos enseña los brotes verdes que auguran una buena cosecha si las lluvias siguen cayendo, y parece que será así. Significa que este agua caída a tiempo es el motor de una cosecha que puede salvar a muchos agricultores que ya tienen que luchar contra otras adversidades como la plaga de conejo o la pérdida de tierras de cultivo por los Parques Eólicos o los Solares.

José Garrido, agricultor de ADECCU de Villarta, en Cuenca, nos muestra sus vides, almendros y olivos. Nos cuenta que ya había habido que arrancar algunos árboles y algunas cepas de vid por culpa del stress hídrico de una sequía sostenida en el tiempo. Ahora, cogemos la tierra arcillosa con la mano y rezuma agua, lo cual supone la salvación para muchos árboles y la cosecha de sus frutos durante años. El agua está causando desbordamientos y destrozos pero es en el campo español donde su lado positivo es una bendición.

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