La localidad de Mondariz - Balneario se someterá a referendo si vuelven a colocar la estatua de Sancho Gracia

El mismo día en que se comunicó la condena de Daniel Sancho en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta, aparecía vandalizada con pintura roja la estatua de su abuelo, Sancho Gracia, en el municipio pontevedrés de Mondariz-Balneario, el más pequeño de la comunidad autónoma gallega. El Concello, en su momento, decidió apartarla de la zona para evaluar los daños y proceder a su restauración.

La idea del alcalde, César Gil (del BNG), es reponerla, aunque reconoce que varios residentes le han expresado que no querrían que volviese a su lugar. “Vimos que se creó un debate y, por este motivo, hemos decidido que realizaremos un referendo para ver si la colocamos de nuevo o no”, explica el edil. Según Gil, es importante escuchar la opinión de todos los ciudadanos antes de tomar una decisión definitiva, ya que la estatua representa un elemento significativo para muchos, pero también es fuente de controversia tras los recientes acontecimientos.

El arreglo de la estatua, llevado a cabo por su escultor original, José Morales, asciende a los 2.000 euros. Por su parte, él ha acabado con su trabajo en su taller en Vigo. Ahora, espera a que se tome una decisión sobre qué hacer con ella, si llevarla o no al ayuntamiento. Sin embargo, el escultor desconocía que se fuese a realizar el referendo, lo que ha generado cierto desconcierto entre los implicados.

Una estatua en honor a un actor que adoraba el pueblo

La escultura de Sancho Gracia fue colocada en 2014, por petición del alcalde de entonces, José Antonio Lorenzo. Con ella querían rememorar la figura del actor que veraneó en numerosas ocasiones en el balneario y que mantenía grandes lazos con el municipio.

De hecho, el propio Daniel Sancho, nieto del actor y principal motivo por el que se vandalizó la escultura, participó en el homenaje realizado en Mondariz-Balneario el día que se inauguró la escultura de su abuelo. Como él, también estaban presentes la mujer del actor, así como sus hijos Félix y Rodolfo, padre del muchacho condenado por el asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia. La inauguración contó con una gran afluencia de público y fue un acto emotivo que dejó huella en los habitantes.

En aquel entonces era el Partido Popular el que gobernaba el ayuntamiento y, en estos momentos, los que entonces conformaban el partido y colocaron la escultura cuestionan la decisión de someter este debate a referendo. Inciden en que sería el pleno el que tendría que elegir si devolver o no la estatua a su lugar, ya que han sido los propios vecinos los que han escogido a sus representantes para estos casos. Consideran que el pleno municipal es el órgano adecuado para tomar decisiones de este tipo. No obstante, el actual equipo de gobierno defiende la participación ciudadana como herramienta clave para resolver conflictos de interés comunitario, como es este que ha despertado un gran debate en los nueve meses que han pasado desde que la estatua del actor aparecía pintada de rojo.

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