Los jóvenes de 18 a 29 años son cada vez más escépticos con la innovación y los avances tecnológicos, según revela la III Encuesta de Percepción Social de la Innovación, elaborado por Sigma 2 y Fundación COTEC que refleja una caída de más de 20 puntos en su confianza hacia la I+D.
Aunque esta desconfianza aún es minoritaria, gana terreno a nivel general, sobre todo entre los más vulnerables. El 73% de los españoles tiene una visión positiva de la innovación, mientras que en 2017 su confianza llegaba al 89%.
El informe apunta a que los ciudadanos sí creen en la I+D, pero su confianza es "inestable" y en dos años acumula una caída de 16 puntos porcentuales que se acentúa entre jóvenes y personas con pocos estudios.
Además, los ciudadanos consideran que España no está en una posición de liderazgo en innovación dentro de Europa, una percepción que encaja perfectamente con la realidad, según los autores del estudio, puesto que la inversión española en I+D sigue estancada en el 1,2% del Producto Interior Bruto, lejos de la media de la Unión Europea, que se fija en el 2,1%.
Jorge Barrero, director general de la Fundación COTEC, explica que "intuimos que hay una sensación creciente que la innovación o el actual modelo de innovación puede conducir a una mayor desigualdad".
Pese al creciente escepticismo al que apuntan los datos del informe, lo cierto es que los españoles sí encuentran ciertas ventajas a los avances tecnológicos. En concreto, la mitad de los encuestados consideran que la tecnología reducirá la brecha laboral de género y favorecerá la conciliación con la vida personal.
No obstante, es mayoritario el grupo de ciudadanos que considera que la tecnología aumenta la desigualdad social (55%), un porcentaje muy similar al de 2017 (57%). Esto puede deberse a que la tecnología no está llegando a todos los sectores de la población, abriendo una brecha aún por atajar. Sobre todo en entornos rurales donde el escepticismo tecnológico es mayor.
Sobre la aplicación de los avances tecnológicos en el entorno laboral, dos de cada tres españoles cree que la automatización afectará a buena parte de los puestos de trabajo, llegando a poder ser sustituidos por robots. El 32% considera que "muchos" empleos serán sustituidos en sólo 15 años.