Diana Quer, de 18 años, era una joven muy activa en las redes sociales, donde contaba los detalles de su día a día, como sus viajes, su vida en familia, su relación cómplice con su hermana o con sus padres. Diana se mostraba sociable y alegre, segura de sí misma y sin aparentar timidez.
"Es una niña introvertida hasta que después de su experiencia con la enfermedad tan dura que tuvo. Maduró muchísimo y empezó a ser más extrovertida a través de las redes porque no tiene que dar la cara".
Como muchos jóvenes de su edad, en las redes sociales Diana habla de todo y no le importa mostrarse. "Deberíamos hacer un llamamiento a la prudencia por parte de nuestros hijos en el uso de esas herramientas. Desafortunadamente los adolescentes olvidan que en alguna ocasión la discreción y la prudencia deben conducir su actuación", dice Juan Carlos Quer, padre de Diana.
Su madre dice que los jóvenes "no son conscientes muchas veces de los peligros que corren exponiéndose de esa forma tan inocente y despreocupada, porque ellos no conocen lo malo".
La Guardia Civil investiga las redes sociales y las relaciones de Diana y descubren que hay relaciones peligrosas, algo que su padre confiesa que "jamás hubiera podido imaginar".
Algunas de estas amistades se mueven en el llamado mundo del 'famoseo' y generan comentarios en el mundo de la televisión. Sin embargo no se ha podido llegar a ninguna conclusión que apunte a los amigos de Diana porque no se puede vincular su vida en Madrid con lo ocurrido en Galicia.
Mientras, los padres de Diana no pierden la esperanza y recuerdan casos de desaparecidos que tras años han vuelto a aparecer. "No es lo habitual", dice su madre, aunque confiesa que sigue con esperanza.
Su padre explica que siempre estás en tensión por si recibes una llamada y asegura que mientras "no haya evidencia, por todos los medios intentaremos que se localice a Diana" y pide a "los responsables políticos de este tipo de casos que de ningún modo queden archivados en un cajón porque son vidas y personas con derechos y la sociedad tiene la obligación de saber responder".
Pese a estas palabras de su padre, el juez del caso ordenó el archivo provisional, algo que no cuenta con el apoyo ni de los padres ni de los investigadores. "Es una decisión que respeto pero que no comparto, como tampoco comparten los agentes de la investigación, porque existe un riesgo de que se produzcan filtraciones del sumario que afecten a la investigación", dice el padre de Diana después de que se levantara el secreto de sumario.
En caso de que se filtrara algún dato relevante, "si la investigación va por buen camino y se detiene a alguien, esa persona puede saber a través de los medios qué hay contra él y puede destruir pruebas, construir coartadas, es decir, sería altamente perjudicial", explica el periodista Nacho Abad, que añade que está seguro de que "se va a resolver, pero se va a tardar".